VANESSA ROMO ESPINOZA Enviada especial
En medio de centenares de personas con motivos similares para estar en la cusqueña Pichari, protestando contra una violencia conocida y repudiada, Lucio Vargas también tiene algo que decir.
Lo hace primero en asháninka, porque es su lengua madre, es lo que le habla desde adentro. Cuenta que ha llegado a desfilar desde su comunidad nativa Otari porque los abuelos y los padres de su pueblo fueron muertos por los terroristas.
“Esos momentos no los queremos de vuelta. Lo que sí esperamos es que esa carretera que se estaba haciendo, la que unía Huamanga con San Francisco y el resto del Vraem, pueda terminarse y podamos sacar nuestro plátano, nuestro cacao”, dice.
Desde el 23 de julio, la empresa Consorcio Vial Quinua, que construía la vía, se fue del lugar. Un atentado narcoterrorista quemó 22 de sus máquinas por un cupo no pagado por la compañía. Para Lucio, para los centenares que pedían la paz para el Vraem y para las autoridades, ese acto fue el último que iban a aguantar.
UNIDOS POR LA PAZ Ayer se cumplió la promesa que se hicieron las autoridades cusqueñas y ayacuchanas del Vraem para juntarse en Pichari y reunir a cientos de personas, agricultores, madres de familia, universitarios y ronderos para reclamar por un pueblo en paz.
Las Fuerzas Armadas apoyaron con la logística de esta convocatoria y en un avión de la Marina de Guerra llegaron a esta ciudad el primer ministro Juan Jiménez los ministros del Interior, Wilfredo Pedraza; de Agricultura, Milton von Hesse; y de Justicia, Daniel Figallo.
En medio de la Plaza de Armas de Pichari, donde se concentraron todos los grupos de manifestantes, Jiménez aseguró el resguardo a las obras de la carretera trunca, las que se han anunciado para abril del 2014. “Con el Comando Conjunto de las FF.AA. estamos trabajando una estrategia para que esa vía se culmine”, afirmó.
El presidente regional de Ayacucho, Wilfredo Oscorima, se comprometió a ceder la maquinaria de su entidad para que la carretera Huamanga-San Francisco siga haciéndose.
Otros dirigentes locales también se expresaron a favor de la paz. “Cualquiera que intente frustrar el desarrollo del Vraem ya ha perdido”, indicó el presidente de la Federación de Productores Agropecuarios del Vraem, Ronald Ávila. El dirigente señaló que esta vía por construir es importante para mejorar la economía de la zona con la venta de productos.
El primer ministro garantizó al pueblo del Vraem que se están concretando grandes proyectos para la zona, y que uno de ellos es la gratuidad de los títulos de propiedad rural. Además, dijo que se construirá en Ayacucho un santuario para las víctimas de la violencia interna.
Agregó que los comités de autodefensa (ronderos) son parte importante de la estrategia para la pacificación del Vraem. También prometió reunirse con las autoridades de Pampas el miércoles. En este pueblo, las Fuerzas Armadas abatieron el domingo 11 a ‘Alipio’, ‘Gabriel’ y ‘Alfonso’.