Según el Registro Nacional Científico, Tecnológico y de Innovación Tecnológica, a marzo del 2020 en nuestro país hay 4.484 investigadores calificados, de los cuales 1.392 (31%) son mujeres, precisa la presidenta del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Concytec), Fabiola León-Velarde. Aunque la paridad va mejorando lentamente, ser mujer y científica en el Perú aún acarrea altibajos y desafíos y las cifras echan luz sobre el reto pendiente: que aquellas jóvenes que han optado por una carrera científica puedan desarrollar todo su potencial, llegando a ser destacadas investigadoras que lideren líneas y grupos de investigación en nuestras instituciones públicas, académicas y empresariales. A continuación, cuatro reveladores testimonios testimonios cobre cómo es la vida de las mujeres científicas en el Perú.
“Empoderemos a las niñas para sepan que pueden participar en cualquier actividad”
THERESA OCHOA WOODELL (Directora del Instituto de Medicina Tropical Alexander von Humboldt, Universidad Cayetano Heredia)
Mi interés por la ciencia surgió con los primeros cursos de la carrera de Biología, que estudié antes de hacer Medicina. Tomé un curso electivo de animales de laboratorio, donde teníamos que hacer un experimento sencillo con ratones. Justo me había hecho una herida y mi tía me sugirió ponerme un “emplasto” con una hierba, matico. Lo hice y la herida mejoró, pero no estaba segura de si se debía al curso natural de la curación de la herida o al efecto del matico. Entonces decidí hacer ese experimento con los ratones, usando un grupo control. Ese primer ensayo fue fascinante y me di cuenta de lo importante que era investigar para poder llegar a la verdad (o acercarnos a ella) y poder ofrecer nuevos tratamientos, demostrando que son efectivos y seguros. Desde ese momento no he parado de investigar. La mujer puede y debe participar en cualquier actividad porque todos tenemos las mismas capacidades. Por eso es importante empoderar a las niñas para que desde temprana edad sepan que pueden participar en cualquier actividad científica, académica o de cualquier índole. Pienso que la mujer le puede agregar a este trabajo de la ciencia intuición, pasión y persistencia, fundamentales en la ciencia para no desanimarse cuando no resultan los experimentos. Nunca he sentido discriminación como mujer científica, pero sé que puede haber diferencia en los rangos salariales. Eso es algo que tenemos que combatir. Se debe medir la capacidad y expertise de cada persona, independientemente de si es hombre o mujer. Como soy médico pediatra especialista en infecciones, mi meta como investigadora es poder encontrar mejores diagnósticos, tratamientos y medidas preventivas para disminuir la frecuencia y la severidad de las infecciones en los niños y, sobre todo, aminorar el impacto de estas en su desarrollo.
“Solo el trinta por ciento de investigadores son mujeres”
SILVIA PONCE ÁLVAREZ (Investigadora del Instituto de Investigación Científica de la Universidad de Lima)
Me ha fascinado la ciencia desde que recuerdo. Cuando era pequeña, existía un programa en la radio que hablaba sobre el futuro de la ciencia y la proyección hacia el siglo XXI. Escuchaba atentamente lo que decían y pensaba que algún día podría ser parte de estos avances. Mi padre solía comprarme revistas de ciencia, un microscopio, un juego de química y libros que en esa época era difícil encontrar. Definitivamente, mis juguetes eran muy raros, pero pasaba horas con ellos tratando de descubrir algo nuevo. Con mi trabajo me gustaría poder ayudar al desarrollo de nuestro país y que de alguna manera podamos mejorar, por ejemplo, la calidad del agua, de los alimentos y dar valor agregado a los recursos que tenemos. Actualmente trabajo en la remoción de contaminantes del agua utilizando absorbentes fabricados con desechos, lo cual mejoraría la calidad de nuestros alimentos también. Además, me gustaría poder formar nuevos científicos y sobre todo científicas que puedan contribuir a la mejora de nuestro país. Las mujeres podemos desenvolvernos en cualquier campo en el que queramos incursionar; sin embargo, hay que tener en cuenta que en el mundo solo el 30% de los investigadores son mujeres, por lo que es necesario incrementar ese porcentaje incentivando el gusto por la ciencia en las niñas. Lamentablemente, sigue habiendo una ligera tendencia a pensar que lo que podemos aportar las mujeres es de menor importancia. Es lamentable. Las mujeres podemos ser igual de competitivas y adquirir las mismas capacidades. No hay por qué hacer la diferencia.
“No miden nuestro trabajo con el mismo peso”
SARA PURCA CUICAPUSA (Investigadora del Instituto del Mar Peruano)
Me acerqué a la ciencia desde niña por curiosidad y las ganas de responder preguntas sencillas sobre la naturaleza. En la secundaria, luego de las clases de Química, ya estaba segura de que el laboratorio sería el lugar más importante en mi vida. Doné mi colección de mariposas a mi colegio y, cuando terminé, postulé a la carrera de Ingeniería Pesquera. Con mi trabajo espero intentar responder preguntas sencillas sobre la contaminación del plástico (microplásticos) en el mar peruano y sus recursos hidrobiológicos, saber dónde está, en qué porcentajes, cómo está distribuido, si tiene un impacto a nivel molecular en nuestros recursos pesqueros. Espero poder motivar a más mujeres a dedicarse a la ciencia, implementando programas de ciencia ciudadana, porque cada vez es más necesario incorporar a la sociedad civil en la problemática de la contaminación del plástico en los ecosistemas marinos, sobre todo de la costa peruana. Desafortunadamente, el mensaje que estigmatiza a todas las mujeres en Perú es la fórmula: mujer + noticia + sensacionalismo. En ciencia también sucede y no miden nuestro trabajo con el mismo peso: el trabajo de una investigadora tiene que ser realmente importante, por eso quienes tenemos oportunidad de opinar al respecto debemos apoyar y ser mentoras de jóvenes investigadoras para desterrar en Perú este estigma.
“Él es ‘el doctor’; nosotras, ‘la señorita’ o ‘la asistente’”
DIONICIA GAMBOA VILELA (Bióloga de la Universidad Cayetano Heredia)
Durante la época escolar tuve mayor inclinación hacia los cursos de ciencias y, por otro lado, en mi entorno familiar siempre tuve personas que estimularon mi curiosidad por saber cosas que no necesariamente estaban en los libros. Mi familia siempre me apoyó para seguir mi sueño de ser científica. Debo decir que aún existe una gran brecha entre el número de mujeres y hombres dedicados a la ciencia. Aún somos pocas. Por eso creo que es importante que se resalte el rol de la mujer en la ciencia (de todas y a todo nivel) y no solo en marzo, con ocasión del Día Internacional de la Mujer. Si queremos que más niñas se inclinen por carreras en ciencias, deben tener a la vista varios modelos a seguir. Aunque la actitud de las personas respecto a roles reservados “para hombres” o “para mujeres” ha cambiado mucho, en ciencia, tecnología e innovación, en algunos lugares y bajo ciertas circunstancias, todavía se siente la diferencia por ser mujer. Puede parecer insignificante para algunas personas lo que voy a mencionar, pero cuando te presentas a una reunión, siempre él es “el doctor” y ella es “la señorita, la señora o la asistente”. ¿Qué hacer para cambiar eso? Por otro lado, si bien hay más mujeres trabajando en estas áreas, todavía no hay tantas en puestos clave que desempeñen el papel de tomadores de decisiones. Ojalá llegue el día en que no tengamos que hacer tantos eventos sobre “el rol de la mujer en la ciencia” solo para quejarnos de todas las dificultades que enfrentamos en esta carrera.