Comer es una experiencia sensorial, pero es imposible negar que todo entra por los ojos. No es lo mismo comer un cuy entero que un tequeño con esa proteína, por ejemplo. Una cosa es ver el animalito en el plato, con sus patitas, cabeza, etc y otra muy distinta es probar su sabor en un pequeño trozo. En el primer caso, así sea algo delicioso, lo que ven tus ojos te puede dejar sin hambre. Y, posiblemente, nunca más quieras saber sobre cuy. En el segundo, la cosa cambia.
Y así pasa con las conchas negras, las aceitunas, el suri (gusano de la selva), etc. Lo ves, no te provoca y quizá te estás perdiendo de la mejor comida de tu vida.
Dicho esto, un Blind Tasty como el que ofrece el Hotel Pullman de San Isidro puede ser resultar una experiencia increíble. ¿En qué consiste? Se trata de una degustación-maridaje de varios platos y vinos que no podrás observar. Llevarás puesto un antifaz, un mandil y tendrás que usar el olfato, el gusto, el tacto y hasta el oído para descubrir (y adivinar) lo que se te ha servido. Más que interesante.
La cena es guiada, por lo tanto sabrás exactamente en qué momento sucede cada cosa. Todo empieza con la primera copa de vino. Vas a escuchar cómo cae de la botella el chorro del licor y te va a parecer un sonido lejano, como si le estuvieran sirviendo a otra persona. Pero no, tu copa estará llena. Luego te acostumbras. Con mucho cuidado, tus manos tienen que ir busca del cáliz. Después llega la comida. Ubicas los cubiertos y empiezas. Los platos son pequeños y cuesta unos segundos llegar al meollo del asunto, pero lo harás.
Un par de minutos después, es posible quitarse el antifaz. Ahí puedes observar y confirmar si estabas en lo correcto cuando dijiste en voz alta (te van a preguntar qué crees que estás comiendo) lo que tus sentidos transmitían a tu cerebro. Y en ese momento, también, en el que el chef –Hugo de Armero en este caso- hace su entrada y explica exactamente de qué se trata su creación.
La experiencia es enriquecedora por varios motivos: 1) Descubres qué tan buen paladar tienes. 2) Lo más probable es que pruebes ingredientes que nunca antes te atreviste y platos que así nomás no preparan en restaurantes convencionales. 3) Vas a aprender mucho más sobre gastronomía gracias a la presencia del chef principal. No solo va a hablar de sus preparaciones, los ingredientes que utilizó y el vino que eligió para combinarlo, puedes hacerle las preguntas que quieras.
Si sufres de alguna intolerancia alimentaria, no te preocupes, ellos te lo van a preguntar días antes de la experiencia.
MÁS INFORMACIÓN
-Blind Tasty del Hotel Pullman se abrirá al público desde enero del 2020
-Actualmente se pueden hacer reservas para grupos privados (ocasiones sociales o eventos corporativos).
-Correo electrónico de contacto: HB462-SB@accor.com