Cuando uno piensa en darle un hermanito a su hijo no se imagina que pueda generarle celos; por el contrario, la idea es darles (y darnos) felicidad en familia. Por otro lado, que se acompañen, cuiden y diviertan juntos es un factor primordial. Pero hay que saber que al inicio es difícil tanto para ellos como para nosotros, ya que podemos llegar a sentirnos culpables por las actitudes que pueden causar en nuestro hijo mayor la llegada su hermanito. Como en todo, hay que respetar los tiempos de adaptación y procesos de cada quien; ser empáticos y amorosos y validar el sentimiento que pueda estar sintiendo nuestro hijo.
A veces puede llegar a ser un poco tenso para toda la familia, sobre todo al comienzo, ya que nuestro hijo mayor solo querrá que su mamá lo atienda. Muchas veces, a manera de queja, hacen bulla o se comportan mal, pues es inevitable que lo demuestren de alguna manera. No nos preocupemos: poco a poco aprenderá a amar a su hermano (a) y entenderá que todos son amados por igual. El bebé crecerá y empezarán a jugar juntos.
Les cuento sobre mi experiencia. Salí embarazada cunado mi hija mayor tenía 1 año y 9 meses. Con la ecografía vimos dos puntitos en un saco, ¡se venían gemelas!. Al inicio mi hija mayor no se daba mucha cuenta de lo que estaba pasando hasta que la panza fue creciendo y ya no podíamos hacer algunas actividades que normalmente hacíamos juntas. Después nacieron 2 mujercitas más; si bien ella las ama con intensidad y todo el día juegan juntas, algunas veces siento que aún lo sigue procesando. Los hijos siempre compiten naturalmente por nuestra atención y amor, así nosotros se lo demos equitativamente. No es fácil, así que tratemos de mantener la calma, darnos tiempo a solas y con cada uno de nuestros hijos para que se sientan amados por igual, y así evitar celos y comparaciones entre ellos. Finalmente, los hermanos son parte de la experiencia de vida de muchos; aportan aprendizajes como la tolerancia, el compartir, el respeto. También dan seguridad, complicidad y compañía.
Aquí les dejo algunas recomendaciones:
1. No llenen al hermano mayor de actividades diferentes a las usuales. Mejor hagan que sea parte de la nueva experiencia y ayude con el bebé.
3. No lo resondren si grita y/o despierta al hermano, o si es un poco tosco. Hay que enseñarles con amor y tolerancia, pero siempre atentos y nunca dejándolos solos.
4. Leamos cuentos que validen sus emociones y le expliquen sobre el proceso que está pasando como algo natural.
5. Tengamos tiempo a solas con nuestro hijo mayor (como antes de tener a su hermanito), pero que sean definidos para que los pueda visualizar.
6. Tengan presente que estará muy sensible en este tiempo.
7. No lo traten a su hijo mayor como si fuera ‘grande’, sobre todo si tiene entre 2 o 3 añitos.
7. No tratemos que madure rápido antes que nazca el otro bebé, para que 'no retroceda’ con la llegada del hermanito, pues sucederá de todas formas con algunos comportamientos logrados, ya que cada quien tienen su proceso, y tiempo.