La economía mundial ha sido severamente impactada, pero la mayoría de las marcas de alta gama han sabido reinventarse. En la imagen, Baroncelli Big Date (edición limitada) en tonos azul profundo y con gran visibilidad del calendario.
La economía mundial ha sido severamente impactada, pero la mayoría de las marcas de alta gama han sabido reinventarse. En la imagen, Baroncelli Big Date (edición limitada) en tonos azul profundo y con gran visibilidad del calendario.
Redacción Somos

El lujo nace cuando la necesidad acaba, decía ese ícono del gusto que era Coco Chanel. La pandemia global del acaso sea el campo donde corroborar, refutar o reinterpretar su sentencia. La economía mundial ha sido severamente impactada por las restricciones impuestas por las cuarentenas, pero la mayoría de las marcas de alta gama han sabido reinventarse adaptándose tanto al comercio digital como a reforzar la cercanía -léase empatía- con sus consumidores de cuando el mundo era normal.

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La marca de relojería suiza Mido no ha sido inmune a esta situación. Así lo refirió su CEO Franz Linder mediante conferencia virtual con la prensa latinoamericana en la que participó El Comercio.

- ¿Cuál fue el impacto del Covid sobre el rubro de la relojería?

- Todos los aspectos del negocio fueron afectados. En una pieza de relojería, máquina exacta compuesta por gran cantidad de partes, si te falta un solo componente no puedes cumplir con la cadena de entrega. Las industrias en Suiza debieron adaptarse e implementar los protocolos de seguridad impuestos por el gobierno suizo. Esto llevó a demoras en producción y también en desarrollo. Pues si bien diseñar en computadoras es una labor que puede hacerse de manera remota, manufacturar luego los prototipos es más complicado.

- ¿Cuáles fueron las prioridades del negocio ante la pandemia?

- Antes que nada, implementar las medidas de seguridad en nuestras tiendas, cerrándolas, y preservando a la vez la confianza de nuestros clientes. En nuestro rubro el servicio post venta es fundamental y ahí hemos tenido un desafío que estamos atendiendo de la mejor manera. No hemos incursionado aún en la venta virtual, pues preferimos y esperamos volver pronto a un escenario normal. Un reloj es un accesorio que se lleva uno puesto, que acaba identificándose con la personalidad de cada uno, y requiere de una sensación física presencial determinada. Lo virtual es funcional, pero la experiencia en persona es 10 veces mejor. Esperamos que, en el cuarto trimestre, si no sufrimos una segunda ola de contagios, podamos volver a los tiempos previos del Covid.

El Commander Gradient de Mido hace visible su mecanismo a través de una gradiente ahumada.
El Commander Gradient de Mido hace visible su mecanismo a través de una gradiente ahumada.

TODO EL TIEMPO QUE NOS QUEDA POR MEDIR

Algo que ayuda a Mido en este propósito de reinvención es que esta marca del grupo Swatch, caracterizada por ofrecer productos avalados por la pericia suiza, se posiciona desde una apuesta por democratizar la alta gama relojera. Esto se deja notar en los nuevos lanzamientos que hace Mido como señal de retorno a la nueva normalidad. Fue a través del Skype que Linder compartió cuatro nuevos modelos: el Baroncelli big date ( edición limitada de elegancia en tonos azul profundo y gran visibilidad del calendario); el Commander gradient (hace visible su mecanismo a través de una gradiente ahumada); el Commander blue shade (reinterpretación del modelo icónico que ofrece 80 horas de autonomía), y el Ocean Star GMT (que amplía la gama de este modelo pensado para la aventura y proximidad marina con funciones GMT de dos zonas horarias). Estos relojes deben estar llegando al mercado peruano en el mes de agosto.

Las largas jornadas de encierro e incertidumbre hacían inevitable una pregunta final más cercana a la filosofía que a la relojería.

- ¿Esta experiencia cambiará en algo nuestra manera de medir y aprovechar el tiempo?

- Personalmente creo que es menos una cuestión de tiempo y más de valor. En los últimos 25 años de vida profesional nunca estuve tanto tiempo sin viajar. Ese espacio lo ha ocupado la dinámica familiar y replantear qué lo importante, mi estilo de vida, mis valores. Esto creo que impacta el comportamiento del consumo. En Mido producimos relojes, que no es lo más importante de la vida, pero si es un producto de emoción y valor duradero. Tiene que ver con el legado, lo que perdura, un valor que se sostenga en el futuro. Esto será aún más importante después del Covid. //

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