Descubre la esencia de Bogotá en tres días: vistas panorámicas, gastronomía y arte contemporáneo

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El recorrido debe tomar como punto de partida el cerro de Monserrrate, claro que sí. El ser uno de los sitios turísticos más visitados de Bogotá se justifica en varias razones. La primera tiene que ver con alzarse como el más importante mirador de la ciudad. En su cima, además, se levanta la basílica que alberga la milagrosa imagen del Señor Caído de Monserrate, un templo católico muy concurrido que está rodeado de puestos de venta de artesanías y stands para comer. Hasta allí se puede subir a pie por más de una hora —en el cumplimiento de una promesa— o mediante el funicular y el teleférico, en un trayecto que no dura más de 10 minutos. En cualquier caso, una experiencia en la que la naturaleza es la protagonista.

"En su cima, además, se levanta la basílica que alberga la milagrosa imagen del Señor Caído de Monserrate, un templo católico muy concurrido que está rodeado de puestos de venta de artesanías y stands para comer"

Tampoco hay que dejar de perderse por las callecitas empedradas del Centro Histórico, que por momentos recuerdan a las de Cusco o Lima. Ahí se ubica el pintoresco barrio de La Candelaria, que congrega más de 20 museos, teatros y espacios de interés cultural con actividades para realizar todos los días. Los murales pintados con grafitis revelan, allí también, lo mejor del arte urbano bogotano.

En el centro, asimismo, hay que visitar la plaza de Bolívar que reúne a la Catedral Primada de Colombia, el Congreso de la República (atrás se ubica la Casa de Nariño, donde vive el presidente) y la alcaldía. Apunta: los fines de semana se arma una gran feria.

Tres museos, por otro lado, son los que podemos sugerir con vehemencia: el Museo Nacional de Colombia, fundado en 1823; el Museo Botero, que preserva más de 200 obras de arte del célebre pintor y escultor colombiano Fernando Botero; y el extraordinario Museo del Oro, el cual cuenta con la más grande colección de orfebrería prehispánica de todo el mundo.

La movida de entretenimiento, finalmente, es inagotable. Restaurantes con lo mejor de la gastronomía paisa —no olvide probar el ajiaco santaferreño o la fritanga—, actividades diversas en el popular Parque de la 93 —y sus alrededores con tiendas, bares y áreas al aire libre— o grandes eventos locales e internacionales. Siempre ocurre algo en la urbe que sirve para llenar la agenda. Acaba de terminar, por ejemplo, la Feria Internacional del Libro de Bogotá, y ya calienta motores para junio la esperada Comic-Con Colombia. Mucho por descubrir todo el tiempo, sin duda. //