Guadalajara: mariachis, lucha libre y exquisita gastronomía para descubrir en la perla de México

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Sugiero, para empezar, nutrirse el corazón y los sentidos. Y para eso no hay mejor lugar que Tlaquepaque. Se trata de una zona turística localizada a 40 minutos del centro de la urbe que congrega restaurantes, comercios de lo mejor del arte popular de todo el país, museos, bares y otras atracciones para pasarla bien con la familia o los amigos.

Allí no se puede faltar a El Parián, un recinto considerado por algunos como la cantina más grande del mundo, donde uno se puede deleitar con sabrosos platillos, bebidas y la mejor música interpretada por diversos conjuntos de mariachis que van de mesa en mesa tocando a la orden de los visitantes. Esta fue la locación donde se filmó la película “Jalisco, no te rajes”, con el inmortal actor y cantante Jorge Negrete.

Lo que sigue es ir tras los pasos de la historia en el Centro Histórico. En este sector, se hallan los edificios más emblemáticos de la ciudad, como la Catedral Basílica de la Asunción de María Santísima, la joya arquitectónica que domina las postales de la ciudad. Junto a esta se ubican para pasear la Rotonda de los Jaliscienses Ilustres y la Plaza de Armas. No hay que perderse tampoco el recorrido del hospicio Cabañas, un centro cultural que conserva los murales más representativos de la obra del pintor José Clemente Orozco.

Otra parada obligada es el bosque de Colomos, uno de los pulmones más importantes de la ciudad donde se puede correr, meditar o hacer ‘picnics’ rodeados de una variada flora y fauna. Y, claro, una visita al Arena Coliseo Guadalajara para ver lucha libre, un espectáculo demasiado entretenido donde no pararás de reír y sacar fotos. El folclor mexicano en su máxima expresión. Una vivencia sin pierde. //