Pampa de la Quinua: qué hacer en el destino más popular de Ayacucho

Demasiado tiempo ha estado Ayacucho marginado de la agenda viajera de muchos. Y son apuestas locales las que cada vez ponen más en valor un destino poseedor de paisajes cautivadores, sol gran parte del año y lagunas turquesas dignas de una postal.

Las opciones se vienen multiplicando como la flor de retama ahora que se acerca el bicentenario de la batalla que selló nuestra independencia en 1824. De hecho, Quinua, esa localidad donde se eleva majestuoso el obelisco que rinde tributo a los combatientes.

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guiados por Sucre, presenta cada vez más atractivos. Han surgido glamorosos restaurantes temáticos, como Límaco y su oda a la puka picante. Además, se vuelve obligada la visita a los talleres artesanales, como el de Artemio Poma, donde hallará los cotizados retablos.

Hace poco más de un mes ha empezado a operar una singular iniciativa de un visionario hijo de la zona, Ciro Gutiérrez, quien ha desarrollado la única propuesta de glamping en Ayacucho. Se trata de Domelisco, una opción ideal para quienes gustan de la naturaleza pero con un alto nivel de confort. Sobre una plataforma de madera ha colocado un domo de lona permeabilizada y grandes ventanales, que cobija una cama king desde la que podrá apreciar el obelisco al atardecer o, tras una reparadora ducha con hidromasajes y eucalipto, disfrutar de esas noches estrelladas que tanta falta hacen en la capital.

Por la mañana puede optarse por paseos en bicicleta por los alrededores, visitar las ruinas de Wari, viajar una hora a Huanta a disfrutar de los diversos recreos o, si quiere un full day, explorar el valle del Sondondo o las aguas turquesas a tres horas de Huamanga.

“Hace cuatro años que se viene desarrollando este despegue del turismo en Ayacucho”, apunta Ciro. “Y el domo (que espera pronto replicar por cuatro) es una retribución a mi tierra en busca de atraer visitantes nacionales y extranjeros”. //