Porcón: un viaje de ensueño a la emblemática granja en Cajamarca

Tras un viaje de una hora y 20 minutos desde el centro de la histórica ciudad de Cajamarca se avistan grandes pinos que decoran las montañas andinas. Es el indicativo de que hemos llegado a la Granja Porcón, un lugar administrado por la comunidad evangélica Cooperativa Agraria Atahualpa Jerusalén desde hace 48 años. Gracias a su trabajo, se ha desarrollado un interesante programa de reforestación y sostenibilidad que protege a todo ser vivo que habita este ecosistema. Los resultados quedan a la vista del visitante que llega aquí gracias al impulso del turismo vivencial en la zona.

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Una de las experiencias que no debe perder el recién llegado a la Granja Porcón es la visita a su popular zoológico. Su gran diversidad de animales incluye osos y faisanes dorados, entre otras especies pertenecientes a las tres regiones de nuestro país. Uno de ellos es el mediático zorro ‘Run Run’, el mismo que el tráfico ilegal de animales vendió como perro a una familia de Lima. Además, le recomendamos explorar su bosque a caballo o a pie, en donde descubrirá quinuales y alisos. Eso sí, no olvide el protector solar, la gorra y llevar abundante agua en botella, pues el sol de la mañana puede ser muy intenso.

Entre otros atractivos del lugar podemos nombrar las actividades agrícolas. A través de ellas, el visitante puede aprender sobre la cosecha de papas o la elaboración de más de 16 diferentes tipos de quesos, además del ordeño de vacas lecheras y el arte textil tan característico de la comunidad. Luego podrá comprar estos productos locales en la tienda del lugar. Como dato extra: si desea almorzar en este destino, tendrá la oportunidad de pescar su propia trucha.

Los deportes de aventura son otra alternativa durante su estadía en Porcón. Para ponerlo a prueba, podrá practicar ciclismo downhill, canotaje en cámara, natación en río o rápel. Por otro lado, a dos horas y media de caminata desde Porcón aparece la catarata de Tambillo. Basta con estar a dos metros de su caída para refrescarse con el salpicón de agua gracias a los vientos. En su parte baja le sugerimos tomarse unos segundos para gozar de la naturaleza que lo rodea. //