De acuerdo con la nutricionista Susan Villegas, la vitamina C es un potente nutriente hidrosoluble que se asocia a varios efectos beneficiosos en el sistema inmune. Funciona como antioxidante y contribuye a prevenir el daño de los radicales libres, moléculas que se generan cuando el cuerpo descompone los alimentos.
¿Qué alimentos la contienen?
El cuerpo no puede producir la vitamina C por sí solo. Por eso es importante incluir en nuestra dieta muchos alimentos que la contengan, como frutas y verduras. Las más conocidas son las naranjas, los limones y las mandarinas, pero también se encuentra en el kiwi, las fresas, la papaya, el tomate, el pimiento rojo, el brócoli y el perejil.
¿Cuánta vitamina C necesitamos?
La nutricionista Villegas explica que todo depende de la edad. A los niños se les recomienda entre 25 y 40 mg diarios. A los adolescentes, entre 65 y 75 mg. Y a los adultos, entre 75 y 90 mg diarios. Para ponerlo en perspectiva, una porción de 100 gramos de mandarina contiene 59 mg de vitamina C y una naranja completa, 83 mg.
¿Sirve para prevenir resfríos?
No existen estudios fiables que afirmen que la vitamina C previene los resfriados, sostienen los especialistas en nutrición. Sin embargo, puede ayudar a reducir la duración de una infección respiratoria y mantener el correcto funcionamiento de los pulmones.
¿Cómo se recomienda consumirla?
Lo aconsejable es obtenerla de los alimentos antes que de los suplementos. La suplementación puede ser necesaria para aquellas personas que no logran asimilar la vitamina C en su sistema, como es el caso de los adultos mayores o los fumadores crónicos.
¿Qué pasa cuando hay déficit?
La escasez de vitamina C puede producir varios síntomas relacionados con una sensación de malestar: dolor e inflamación de las articulaciones, debilidad muscular, cambios de humor, gingivitis, mala cicatrización de las heridas y, principalmente, la aparición del escorbuto.
¿Qué otros beneficios posee?
Múltiples estudios han dado cuenta de los efectos positivos de la vitamina C en nuestro organismo: ayuda a formar colágeno y tejidos, reduce el colesterol, mejora la salud de la vista y la piel, aporta energía al cuerpo y, según Samuel Campbell, biólogo de la Universidad de Alabama (EE. UU.), tieneun indiscutible efecto desestresante.
¿Quién descubrió la vitamina C?
“Descubrir algo significa mirar lo mismo que está viendo todo el mundo y percibirlo de manera diferente”. La frase pertenece al fisiólogo húngarodiferente”. La frase pertenece al fisiólogo húngaro Albert Szent-Györgyi, quien fue galardonado con el Premio Nobel de Medicina en 1937 por sus descubrimientos sobre los procesos de combustión biológica, principalmente los relacionados a la vitamina C.
Albert inició sus estudios en la Universidad de Budapest. De espíritu autodidacta, realizó desde muy joven sus propias investigaciones en el laboratorio químico de su tío. Sin embargo, tuvo que interrumpir su carrera durante la Primera Guerra Mundial, donde sirvió como voluntario de medicina. En la Universidad de Szeged, empleó pimentón como fuente de vitamina C y se dio cuenta de su actividad contra el escorbuto. Fue así como empezó a conocer las propiedades de este nutriente esencial para el ser humano.
ALIMENTOS EFICACES
Existe una serie de alimentos que aumentan nuestras defensas y fortalecen nuestro sistema inmunológico. De acuerdo con la nutricionista Susan Villegas, lo recomendable es incluirlos en nuestras comidas a lo largo del día, destacando las proteínas vegetal y animal. Algunos son el ajo, los arándanos, los champiñones, la cúrcuma, la espinaca, pescados como la caballa y el atún, las semillas de girasol, los mejillones, el té verde y el jengibre. Por el contrario, los alimentos ricos en azúcares y grasas saturadas pueden hacer que nuestras defensas bajen. //