Fernanda Kanno (34) llama con cariño la ‘Cero’ a su 4x4 de competencia. Es la expresión que usa para describir un vehículo que compró el año pasado en un remate, en un estado cercano a la chatarra, pero que fue ‘el punto cero’, la línea de partida para empezar a cumplir los sueños de velocidad que la llamaban de niña. Con paciencia, la vieja Toyota Land Cruiser de los 90, que alguna vez fue un patrullero, empezó a adquirir forma competitiva gracias a su equipo, integrado por el jefe Alonso Carrillo, el experimentado piloto Alberto Silva y la gente de Rent2Race. Tras la respectiva ‘pimpeada’, que implicó retirarle unos 600 kilos de peso y otras modificaciones –como dos tanques que le dan hasta 800 km de autonomía–, la ‘caña’ quedó lista y este sábado llevará a la periodista en su reto de ser la primera mujer peruana que compita en el Dakar, la carrera más difícil del mundo.
La simbología del cero también puede adscribirse a ella, hasta hace un año una neófita completa en el asunto de las carreras de autos. Ella ha bautizado al proyecto que la llevará de Lima a Córdoba (Argentina), atravesando desiertos, valles y montañas, “Del 0 al Dakar”, una forma de entender cómo una persona sin ninguna experiencia, como ella, en menos de un año puede participar en una competencia mundial de esa talla, si se lo propone. Su meta tiene, además, un componente de género que no se puede soslayar: hay poquísimas conductoras en esta carrera. Son 14 en total, mientras que el número de hombres sobrepasa las tres centenas. Cumplir con el objetivo representó para Kanno muchos sacrificios; el mayor de ellos, dejar en pausa su carrera en el periodismo televisivo, en donde ha trabajado por más de una década. Cuenta que es una partida momentánea, solo porque tenía asuntos pendientes por resolver y viejas promesas que cumplir. Una promesa de esas se la hizo a su papá.
En nombre del padre
Es probable que si al papá de Fernanda Kanno le hubiese gustado volar en avión, su hija jamás se habría interesado en los ‘fierros’. Al señor Kanno, hijo de japoneses, le gustaba viajar al aire libre, irse a algún lugar remoto escondido a pescar con su familia, pero no había forma de subirlo a un avión. “Desde que tengo uso de razón he estado horas de horas en el carro, viajando en familia. Siempre viajábamos por tierra, era lo que me gustaba. Si el auto se nos malograba o se atoraba en la arena, yo ayudaba a mi papá a desatollarlo. Siempre busqué la manera de tener algo en común con él, y en nuestro caso eso eran los autos”. Una de esas promesas que le hizo en uno de sus viajes aún la recuerda: “Cuando sea grande, voy a comprar una camioneta enorme, te voy a llevar a pescar y voy a correr el Dakar”.
La preparación para una carrera así tiene un componente físico y mental. Kanno va tres veces por semana a un gimnasio, aunque tirar lampa para desatorar las ruedas en el desierto también cuente como ejercicio. Mentalmente, sabe que tiene que ser fuerte, porque la presión de un piloto de rally puede llevarla a cometer errores. “Voy con Alberto Silva y entre los dos vamos a conducir. Soy plenamente consciente de que habrá muchas partes que me serán difíciles y para eso está él, que tiene más de 15 años de experiencia. Esta, en cambio, es mi primera carrera. Lo que no quiero ser nunca es un estorbo, tengo que saber qué hacer y ayudar”.
La meta que se han propuesto para esta primera experiencia es terminar la carrera, algo que no es un objetivo modesto tratándose del Dakar. Luego vendrá retomar el periodismo y preparar un próximo proyecto: ser la primera mujer peruana que compita en el Dakar en camión. Lo haría con el mismo ánimo de hoy, dice, solo que esta vez la partida no será desde cero.
La carrera
El Dakar, el rally más duro del mundo, arranca este sábado 6 de enero. La partida simbólica se realizará en Lima, mientras que a la altura de Pisco se realizará el primer especial. En nuestro país habrá seis etapas, que pasarán por las ciudades de Lima, Pisco, Marcona y Arequipa. Luego, la ruta continuará por Bolivia hasta llegar a Argentina.