Con todo el respeto que se merece la investidura, he aquí un borrador que podría resolverle el día a Biberto, a Beber, o al asesor en la sombra de turno que le toque redactar una improbable carta de renuncia. Por favor no usarla literalmente.
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Lima, abril de 2022
Señora
Presidenta del Congreso de la República
Presente. -
El 28 de julio de 2021 asumí, por desconcertado mandato del pueblo, la Presidencia de la República. La he venido desempeñando a pesar de los constantes ataques de parte de la prensa mediática contra un profesor rural que no teme recurrir al pleonasmo de ´mediática´ para desenmascarar a la prensa.
Esta confrontación, sumada al proceso de aprendizaje en gestión pública en el que me embarqué gracias al pueblo, han creado un clima de ingobernabilidad que si bien favorece la rotación ministerial, hace a la vez un enorme daño.
Este daño principalmente afecta la consolidación de un nuevo estilo de vida para mi, mi familia y mis allegados.
Acerca de ellos, debo aclarar que a la señora Karelim López no la conozco. La he recibido en Palacio, la he llamado a su celular, llegó a mi cumpleaños con carnero al palo, 300 cuyes y el Mariachi Tequila, pero no tengo idea, en el fondo de su alma, quien es como persona, en qué sueña, cuál es el primer olor que recuerda. Quien será.
A este clima adverso se le suman agitadores pagados para realizar paralizaciones –aseveración que si ofende al pueblo puedo contradecirme al final de esta carta y no pasó nada- como lo de Karelim.
Todo esto ha generado una grave distorsión del proceso político y de vacancia, el mismo que –con todas las evidencias ofrecidas- debió haberse llevado a cabo de manera fluida. El Congreso no lo quiso así y lo comprendo. Todos tenemos deudas.
Frente a esta difícil situación lo mejor que puedo hacer es renunciar a la Presidencia de la República. No quiero ser un escollo para que nuestro pueblo encuentre la unidad que tanto necesita. Esta es urgente ahora que toca enfrentar a Australia o a Emiratos Árabes Unidos y Carrillo no juega.
Al despedirme debo agradecer a los colectivos que han hecho posible que mi gobierno se extienda más allá de los quince días calendario.
Gracias Verónika Mendoza por tu oportunismo transparente. Me diste oxígeno mientras me hacías vudú. Querida Sigrid, llegarás lejos: ¿Qué toca, Venecia?
Gracias antifujimorismo por mirarme con un solo ojo. Si hubieran usado los dos se hubieran dado cuenta, como dice Fred Rohner, que lo que hay que combatir no es la mafia sino las mafias. Ustedes siempre serán una luz de esperanza para cualquier incapaz que se enfrente al fujimorismo como coartada.
Gracias fujimorismo, pues con solo invocar el nombre de Keiko se construye un candidato presidencial. Mantengan sus mañas, campo fértil para los advenedizos en busca de un punto ciego masivo.
Gracias DBA, por tus desvaríos racistas y clasistas, así como ese sorprendente imaginario de paranoias privilegiadas que me hicieron más fuerte. Congresista Montoya, mi deuda será eterna con su debilidad hacia el autoritarismo.
He demostrado que, trabajado casi 10 meses de mi vida en una tarea para la que no estaba calificado, seguiré comprometido con el desarrollo del pueblo. Se resumirá en repetir la palabra pueblo ante lo que me toque enfrentar por haber reducido mi gestión a nombrar incansablemente al pueblo.
Finalmente, dado que esta crisis ha sido generada por actos políticos mediáticos, es mi deber moral hacer una última declaración mediática en mi condición de Presidente de la República:
El pollo estaba vivo
Atentamente,
(aquí va la firma)
Presidente de la República.