Lima puede ser una ciudad hostil para las personas que viven en ella, pero puede serlo mucho más con sus habitantes más indefensos. Aquellos peludos que no pueden hablar y que solo se expresan a través de sus miradas negras o un movimiento animado de su cola. Una visita al albergue temporal de animales de la Municipalidad de Surco es enfrentarse a una realidad que muchos prefieren ignorar. En este lugar, casi sesenta animalitos se ponen locos ante la llegada de Somos. Ladran y saltan con una emoción que no saben disimular, mientras aguardan días mejores que los que les ha tocado vivir. Si estos pequeños pudieran hablar, contarían historias terribles. La mayoría fueron rescatados de las calles, perdidos entre los autos. Abandonados por sus dueños. Las peores historias las contarían aquellos que sufrieron maltratos físicos en sus anteriores hogares o fueron decomisados. De alguna forma, acá les salvaron la vida.
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A pesar de todo lo que han vivido, los animales poseen un corazón generoso y esperan una segunda oportunidad de la humanidad. O incluso una tercera. Condicionados por miles de años de convivencia, ellos necesitan una persona que cuide de ellos y a la vez que ellos puedan cuidar. Es el caso del Chato Broster, un pekinés del albergue temporal de Surco que nos observa al principio con semblante serio hasta que percibe que nuestro olor es amigable y comienza a mover la cola. Luego está Bartolito, un encantador pitbull de color blanco y marrón que se comporta como cachorro mientras se zambulle entre pelotas. Finalmente, nos encontramos con Gitano, una belleza de perrito similar a un pokémon, de pelaje mediano y orejas puntiagudas, cual zorro, que prefiere esconderse del sol pero no nos quita la mirada. Hacer contacto visual es su forma de conquistarte y ganar un compañero humano.
“Uno los observa y es como si te dijeran: ‘Adóptame’”, comenta el alcalde de Surco, Carlos Bruce, quien está familiarizado con las historias de muchos de estos desvalidos en busca de un hogar. Se siente orgulloso de las iniciativas que ha implementado en favor de los cuadrúpedos en su distrito. Desde que asumió la gestión, decidió desactivar la unidad canina de Surco al considerarla una forma de maltrato animal, optando por potenciar en su lugar el albergue temporal y las adopciones. “En este período, hemos logrado brindar un hogar a 71 perritos y 25 gatos a través del programa Surco Adopta, que está disponible en línea. En la página web, los interesados encontrarán fotos de los animalitos y podrán conocer sus conmovedoras historias”, añade el alcalde.
En Surco están tan comprometidos con la adopción que han pintado murales con las caras de los animales en las estaciones de Luz del Sur del distrito, y al lado han puesto códigos QR para que el interesado pueda hacer directamente el trámite de adopción. Gracias a este sistema, consiguieron hogar para una perrita mayor del albergue, Barbarita, que era la consentida del lugar. Los perros adultos a veces son difíciles de colocar, pero a veces es más humano darle una oportunidad a un viejito.
Como otro servicio de bienestar animal, han creado un “parque de diversiones” para mascotas en el interior de su Parque Ecológico Voces por el Clima. Este espacio cuenta con columpios especiales, puentes y hasta una piscina de pelotas exclusivamente para ellos. También disponen de una zona para los vecinos que deseen celebrar aquí el cumpleaños de sus animales.
Surco, desde luego, no es el único distrito que promueve la adopción de mascotas. Este problema afecta a toda la ciudad. Distritos como Miraflores y San Isidro constantemente impulsan campañas de adopción de animales desde sus plataformas web y redes sociales. A través de estas últimas, buscan de manera constante reunir a mascotas perdidas con sus dueños. En San Borja también cuentan con un centro de adopción a cargo del municipio y tienen poco más de 30 perritos en busca de un nuevo dueño. Para su más reciente campaña, han colocado moños rosados o celestes a los canes, adaptándolos al estilo ‘coquette’, que está muy de moda en las redes. “También contamos con dos Play Land Can, que es como llamamos a los espacios dentro de San Borja don- de la gente puede soltar a su perrito”, comenta Elena Andrade, coordinadora del servicio veterinario y responsable del centro de adopciones de San Borja.
La existencia de estos albergues puede llevar a confusiones no muy agradables. Algunos vecinos creen que pueden dejar en ellos a sus mascotas de forma temporal o directamente abandonarlas. “Hemos visto en nuestras cámaras de seguridad que vienen a veces con sus carros y bajan a los perritos y luego se van. Eso me parece la más alta crueldad”, apunta Bruce. “Eso que hacen es un delito, se llama maltrato animal, y vamos a denunciar a los que hagan eso acá”. //
Si vives en Surco, puedes entrar a la plaforma web Surco Adopta, que está en la web de la municipalidad. En Miraflores, accede a su ‘fanpage’ de Facebook: Miraflores Mascotas o www.miraflores.gob.pe/mascotas-en-adopcion . Los vecinos de San Isidro pueden ingresar al face- book de Mascotas San Isidro y los de San Borja pueden escribir al Whats- App 949 110 112.