El centro comercial funcionaría con tecnología de realidad virtual, en tercera persona. Cada quien se creará un avatar y podrá pasearse, comprar e interactuar.
El centro comercial funcionaría con tecnología de realidad virtual, en tercera persona. Cada quien se creará un avatar y podrá pasearse, comprar e interactuar.
Oscar García

Desde los años 80, la época de la gran explosión de centros comerciales en el mundo, quedó claro que estos pueden ser más que espacios destinados al consumo de bienes y servicios. En ciudades de gran densidad y una palmaria escasez de parques y lugares públicos, los malls se convirtieron en sus no tan naturales equivalentes, es decir, sitios en los que la gente, muchos de ellos jóvenes, se reunían para pasear, para mirarse las caras, matar el tiempo y también para consumir.

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El COVID-19 y el aislamiento social que le siguió barrieron con todo eso y todavía no sabemos cuánto tiempo pasará para que las cosas vuelvan a sentirse normales, si es que lo volverán a ser alguna vez. Lo que no ha cambiado mucho es la necesidad de comprar y de vender, y también de socializar. Ahí es cuando la tecnología puede extender su mano para tratar de reconstruir de alguna forma esa parte del mundo y esos rituales viejos que hoy se antojan irremediablemente destruidos.

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Eduardo Schuldt, gerente general de la empresa Alligator, que proyecta instalar el primer centro comercial virtual en el Peru.  Schuldt tambien ha sido el director de la pelicula animada Condorito. En la imagen, con lentes para ver cine virtual.

Fotos Nancy Chappell
Eduardo Schuldt, gerente general de la empresa Alligator, que proyecta instalar el primer centro comercial virtual en el Peru. Schuldt tambien ha sido el director de la pelicula animada Condorito. En la imagen, con lentes para ver cine virtual. Fotos Nancy Chappell
/ NANCY CHAPPELL

Algo así pensaba el peruano Eduardo Schuldt, director de cine y gerente general de la empresa de realidad virtual Alligator Entertainment, cuando empezó a dar vueltas a la idea del primer centro comercial virtual hecho en Perú, acaso en la región. Schuldt es recordado por su papel de pionero en la producción de películas de animación en 3D en el país, como Piratas en el Callao, El delfín, Los ilusionautas y Condorito, pero des- de hace tres años y medio se ha volcado con su empresa a crear mundos virtuales. En ese tiempo han reconstruido de forma virtual lugares como Kuélap y Choquequirao, pero nada se parece en ambición a la idea del centro comercial.

“Cuando empezó la cuarentena, tomamos la decisión de hacer algo que pudiera ayudar al mercado a salir adelante. Y una manera de reactivar las compras es tratar de recrear la experiencia del consumo con la tecnología de realidad virtual, pensando siempre en la sociabilidad, que es un valor importante de los centros comerciales”, cuenta Schuldt de su proyecto, que funcionaría bajo la forma de una app de descarga con actualizaciones, por la alta cantidad de datos que demandaría.

El centro comercial que diseñan en su empresa permitiría que dos mil personas se conecten en una misma interacción. “Es lo más parecido a estar en un videojuego. Entras primero con un avatar y luego vas a ver personas caminando en el centro comercial, que es gente de verdad que está teniendo la misma experiencia que tú. Lo mismo pasará con los vendedores. Puedes entrar a una tienda, ver los productos y conversar con ellos y hacerles todas las consultas que quieras.

Para hacer la experiencia más vivencial, uno podría conversar con las personas que acuden al centro comercial, con ayuda de tecnología de sonido 3D que permitiría escuchar y establecer conversaciones según un parámetro de distancia. Pensando en los amigos, el plan del proyecto contempla que el software permita reuniones, cuyos invitados podrían ingresar con un código especial y así estar juntos en la misma interacción. Una vez ahí podrían participar de juegos, decidir si van a un bar virtual a tomarse un trago simbólico mientras ven un video o ir al cine, alquilar una película y verla y co- mentarla todos juntos.

Aplicando el concepto de gamification, propio de los negocios virtuales, todas las interacciones generarían puntos que pasa- rían a formar parte de una billetera virtual que podría ser gastada después en el centro comercial virtual, como el real. “Las opciones son ilimitadas”, remata Schuldt, quien estima que su centro comercial debería estar en funciones en tres meses, mientras ponen a punto el software y de- finen los socios comerciales. //

NOS VEMOS EN EL BAR

En tiempos en que el que menos extraña tomarse una cerveza en su bar favorito, hay quienes pasan a la acción y deciden reconstruirlo desde cero con ayuda de la tecnología.

Tristan Cross, un periodista de 28 años, creó un modelo fiel de su bar favorito con tecnología de realidad virtual y 3D, para poder tomarse un trago con sus amigos. Su trabajo fue publicado en la revista Wired.
Tristan Cross, un periodista de 28 años, creó un modelo fiel de su bar favorito con tecnología de realidad virtual y 3D, para poder tomarse un trago con sus amigos. Su trabajo fue publicado en la revista Wired.

Tristan Cross, un escritor freelance de 28 años, publicó este mes en la revista de tecnología Wired un extenso reportaje sobre cómo construyó un modelo en realidad virtual del pub Skehans, en Deptford, Reino Unido, con todo el tiempo libre que le dejó la cuarentena. La empresa le tomó unas dos semanas y media de trabajo, mientras aprendía a usar software de programación en 3D y otras herramientas. El nivel de detalle que consiguió asombra, pues se basó en los planos del edificio original. Su programa le permite, desde luego, invitar a sus amigos y sentarse en una mesa a conversar y departir. Como en la vida misma.//

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