La llamaban El Palacio de la Magdalena, por su tamaño, solidez y una prestancia que el tiempo habrá añejado pero no desvanecido. Ubicada en la antigua Magdalena Vieja (hoy Pueblo Libre), la casona de quincha tiene más de 200 años y es famosa por su poder simbólico: alojó al virrey Joaquín de la Pezuela y luego a los dos sudamericanos más importantes de su tiempo, José de San Martín y Simón Bolivar, quienes a su turno la tomaron como residencia y la sede de sus gobiernos.
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