Carla Tello ha tenido un día bastante agitado. El presidente Martín Vizcarra juramentaba nuevo gabinete ministerial y la conductora de Canal N tuvo triple turno (el primero de 9 a 10 a.m., el segundo del mediodía a 2 p.m. y el segundo en el transcurso de la tarde) porque el deber llamaba. Como periodista, cuenta, está en un momento clave: una coyuntura complicada que le deja mucho aprendizaje. Como persona, cómo no, con miedo latente de contagiarse. Dos caras que de vez en cuando entran en conflicto. Al menos así fue al inicio de la pandemia.
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Estaba por terminar la primera semana de marzo y la comunicadora regresaba de un viaje en el norte. Siguió los protocolos e hizo la cuarentena. “Veía las noticias desde casa y ahí sí tuve una especie de piconería porque quería participar [in situ] en lo que estaba pasando. Esto es una historia, como ya comenté antes, para aprender mucho de periodismo. No solo nosotros los que estamos en la cancha, sino también para las próximas generaciones”, rememora al otro lado de la pantalla, desde su sala en Miraflores. Viste un conjunto rosado. Es bastante risueña, serena y afable fuera de cámaras.
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Dicen que la información es poder, pero también puede ser un arma letal. “Estaba superasustada. Mi primo está casado con una científica del Centro Johns Hopkins y ella tiene las últimas noticias relacionadas al coronavirus. Cada vez que me contaba algo, terminaba muy preocupada. Uno ya ni sabe qué pensar por toda la información que entra en tu cerebro. Decidí tranquilzarme”. La ayuda meditar (práctica que viene realizando desde principios de año), rezar y agradecerle a Dios por momentos como poder ver a su papá o que su perrita goce de buena salud. A sus actividades ha sumado ‘Las Picaditas’, un podcast de Vertex donde, a su estilo, cuenta las tres noticias más importantes del día.
Antes del proyecto, ¿estabas familiarizada con el podcast?
No conocía mucho. ¿Puedes creer que, a veces, como periodista nos quedamos encerrados en una sola plataforma? Yo vengo de radio y para mí lo es todo. Pero luego descubres que existen los podcasts y que hay gente que habla de cosas superinteresantes. Dije: “a ver, voy a darle una oportunidad”. Escuché justo el de Doménica, porque ella nos pidió nuestra opinión del podcast que tiene con Carlos Galdós, y me gustó. Me pareció bonito porque es la oportunidad de dar algo tuyo. Como una especie de blog en la que no apareces, solamente sale tu voz. Al que te escucha, le permite imaginar cómo eres, pero aquí paro y retomo cuando quiero. En la radio, en cambio, debes estar ahí pegado. Te pierdes el programa de la mañana y ya está, lo puedes escuchar en la web o simplemente no te enteraste nunca. Esas facilidades me atrajeron como para meterme también a hacer el podcast.
En el caso de ‘Las Picaditas’ es un video en redes y luego el podcast. El reto de informar en pocos minutos y en distintas plataformas
Me ha pasado que en el carro, mientras manejo del canal a mi casa, pienso “les voy a contar a mis amigos de Instagram tales cosas, seguramente les va a interesar porque no han visto las noticias”. En realidad, la gente ya no quiere ver noticias: “Ya no quiero saber nada del COVID-19, ya mi familiar lo tuvo, ya fulano falleció”. Entonces, informarte -como de casualidad- mientras estás viendo fotos en Instagram, puede resultar muy interesante para muchas personas. A través del podcast también. La persona puede estar como “bueno, voy a salir a caminar, voy a escuchar estas noticias de, máximo, cinco minutos”. ‘Las Picaditas’ no duran más. Caminas a la tienda y ya te enteraste de tres noticias, las más resaltantes. Hago el videito de ‘Las Picaditas’ y luego el podcast. Hacer esas dos cosas me toma aproximadamente como una hora porque ya estás con las noticias en la cabeza. Ya sabes lo que vas a contar.
Muchos han emprendido proyectos en plataformas digitales. El riesgo es que el oyente puede toparse con personas que no necesariamente verifican la información que comunican…
Ahí es importante que el periodista entre en estos espacios para diferenciarse de las fake news. Cualquier persona puede decir que es periodista y salir a dar cualquier información, y la gente le va a creer. Hay una responsabilidad por parte de nosotros como periodistas y de las generaciones que vienen de decir “mira, lo que yo te voy a decir es lo que es”. Ahora, puede haber algunos que tienes sus intereses. Esperemos que no porque -en teoría- todos tenemos que ser objetivos y decir la verdad. Ese tiene que ser la principal ley para todo periodista. Hay una labor de destacar y de brindar mejor contenido. El podcast es una buena plataforma para diferenciarte de las fake news, de la gente que no tiene ni un pelo de informado.
Esta pandemia ha servido como aprendizaje para muchos. ¿Cómo crees que le ha ido al periodismo peruano?
A muchos les agarró desprevenidos este manejo, sobre todo de personal. De cómo abordar ciertas noticias en las que muchas veces se juzgaban a las personas que salían cuando no entendíamos que había temas económicos que muchos tenían que resolver. Prácticamente eran víctimas del sistema. No podría calificar realmente cómo lo han hecho porque nadie tenía un manual para esto. Es una situación sui géneris. Pasó en 1918. Ni lo sentimos con la H1N1 en el 2008. Realmente calificar o juzgar... No creo que lo pueda hacer. Ya queda en las próximas generaciones o profesores, una vez que acabe todo esto, ver quién lo hizo mejor para poder aprender.
LA REALIDAD VS. REDES SOCIALES
¿Cómo manejas las críticas en redes sociales? Al ser una figura televisiva, da la impresión de que estás más expuesta a los llamados troll
Hay harto troll en Twitter. A veces me molesto, a veces me río. Mayormente estoy tratando de estar en zen, paz y amor. No leo las cosas en Twitter. He aprendido a filtrar las respuestas y solo leo las decentes. En Instagram sí borro los comentarios feos. Muchos dirán “ay, no lo hagas”, pero no soy una influencer. Mi intención es compartir información y poder ayudar. Muchos me escriben, por ejemplo, que tienen problemas con alguna empresa y no saben ante quién quejarse. Tú y yo, que somos periodistas, sabemos que ante Indecopi. Sabemos cuáles son los canales. Si se tiene la información, ¿por qué no compartirla? La información es poder. Finalmente estás empoderando, de alguna manera, a tus seguidores. Ahora estoy compartiendo fotos porque me siento bien, hice mi esfuerzo de bajar de peso y hoy quiero compartir -por ejemplo- un bailecito. La gente tiene que aprender a aceptar a los otros como son. No me siento la reina de Twitter o Instagram. Para nada.
Y qué pasa cuando los ataques van a un nivel más personal
Creo que cuando te atacan con algo personal es alguien de tu círculo. Que se tomen el tiempo para escribirte eso, que estén chequeando lo que haces para criticarte, y lo siguen haciendo a pesar de que te odian [risas]... Es como este meme -en inglés- que dice: “Si no te gusto y me sigues viendo, eres un fan”. Si se van a ocupar de mi vida, qué puedo hacer, es mi fan. Hay que reírse nomas. Aprendí que van a inventar cosas y ya me bañé en aceite. Mientras estés feliz, con la conciencia tranquila, para adelante nomas. Total, eres la única que va a responder frente al espejo sobre las cosas buenas/malas que hayas hecho. Qué importa lo que digan los demás.
En tus redes compartes cosas del día a día. Algunas publicaciones tienen que ver con tu cambio de imagen. ¿El peso es un tema con el que te sientes cómoda conversándolo?
Sí, no te preocupes.
¿Cómo fue el proceso?
Mira, cuando entré a trabajar a RPP, había subido un poco de peso y bajé otra vez. He estado desde el 2008 en una subidera y bajadera increíble. No sabía por qué pasaba eso. Cuando entro a [canal] N, no sé qué pasó que engordé un montón. El colmo de los colmos fue el año pasado. Llegó un punto en el que la ropa no me quedaba. Cuando iba a la tienda de canje para sacar prendas para el canal, tenía que usar una talla que nunca había usado. Me puso triste. Me veía además como una mujer mucho más mayor de lo que soy. Decidí cambiar mi estilo de vida. Fui donde un doctor, de todas maneras. Cuando me di cuenta, ya me quedaba mi ropa, ya había dejado esa talla. Estoy en ese camino de mantener mi peso, de estar tranquila. Encontré un balance no solo en el tema nutricional, sino en mi vida. Eso ayuda.
Se tiene la idea de que para la televisión hay un perfil específico de conductores. ¿Es así?
Nadie sabe qué personaje funciona en tele o no. Puede ser una chica guapísima que simplemente no conecta en tele. Puede haber otra a la que la gente quiere ver. No voy a negar que sí hay una presión. Quien te diga que no, es hipocresía. "Creo que deberías bajar un par de kilos", "mira, no se te ve tan bien". Sí, te lo dicen. A quien no, qué buena suerte. Yo lo hice porque quise. Ya no quería verme mayor.
A las finales importa el hecho que tú lo hayas decidido. Ese mensaje es el que debe primar
Claro. Eso es lo rico. No es un tema de "ay, tengo que hacerlo por mi trabajo". Algunas personas pueden hacerlo por eso. Yo sí lo hice porque quería volverme a ver como yo en el espejo.
LO QUE SE VIENE
¿Cómo llevas esto de la ‘nueva normalidad’? ¿Qué otros proyectos se te han ocurrido durante la cuarentena y consideras que puedes llevar a cabo?
Lo que me ha enseñado este virus es que no hay nada certero. Puedes hacer planes en el año, pero pasa algo como esto y ya fueron. Queda seguir trabajando con integridad. Seguir descubriendo proyectos en el día a día. Por ahí tengo un par de proyectos interesantes que tienen que ver con el mundo digital más que nada porque me parece que es el camino. Me encanta la televisión. Mientras pueda continuar, lo voy a hacer. Paso a paso. Eso es lo que me ha enseñado la pandemia. Ahorita ponerme metas de aquí a cinco años... para qué. Qué pasa si en esos cinco años no lo hago, ¿voy a ser infeliz? Cuando probablemente tenga otras condiciones por otro lado. Voy viendo proyectos que espero que salgan, pero mientras tanto, voy disfrutando de las cosas que voy logrando poco a poco.
Puedes llevar lo que haces en televisión a lo digital. Tal vez conducir un programa en Facebook o Youtube…
Sí (risas). Eso es lo que estamos trabajando. Hay una página que me ha llamado para ver si podemos hacer algo así. De repente algo ya más teatral, que no tiene que ver mucho con noticias, sino más con entretenimiento. Lo estoy viendo con una cast publicitaria. Vamos a ver si llega a salir. Mientras tanto, me gustaría darle un mejor contenido visual para ‘Las Picaditas’ y que el podcast siga subiendo, que hasta el momento ha sido un éxito. //