Además de ser profesional en psicología, Romina cuenta con un máster en salud sexual y sexología clínica en la UNED de España. (Fotos: Alessandro Currarino/ Penguin Random House)
Además de ser profesional en psicología, Romina cuenta con un máster en salud sexual y sexología clínica en la UNED de España. (Fotos: Alessandro Currarino/ Penguin Random House)
Celeste Pérez

“Y ahora, ¿cómo se lo digo?” (Grijalbo, 2024) es el segundo libro de la psicóloga y creadora de contenido Romina Castro (@yacallateromina en Instagram) y está enfocado en ser una guía para padres, madres, maestros, tutores y todo aquel que quiera empezar a tener herramientas para educar con responsabilidad en temas de .

En el marco de su lanzamiento, el próximo 9 de abril en todas las librerías del país, la psicóloga brinda sus mejores consejos para iniciar la conversación en casa o la escuela.

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EL PRIMER PASO

¿Es mejor esperar o abrir la conversación? Para Castro, esperar es algo que no se debe hacer nunca. “Porque se corre el riesgo de no ser esa primera fuente a la cual acudir, y los niños podrían estar saciando sus dudas en otro lado, lo que es riesgoso”, comenta. Asimismo, promover la conversación también cultivará la confianza.

Una de las recomendaciones para empezar, es construir la confianza desde que son pequeños. Así recurrirán a sus padres cuando tengan alguna duda. (Foto: Pexels)
Una de las recomendaciones para empezar, es construir la confianza desde que son pequeños. Así recurrirán a sus padres cuando tengan alguna duda. (Foto: Pexels)

NO EXISTE LA EDAD CORRECTA

La experta hace hincapié en el error que muchos comen - ten: creen que la sexualidad es hablar únicamente de sexo. Sin embargo, hay múltiples temas por abordar, desde las partes del cuerpo has - ta el consentimiento y el autoestima. “No hay una edad correcta, hay temas correctos para cada edad”, dice.

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FORTALECER LA CONFIANZA

Para promover un diálogo responsable, el primer consejo de Romina Castro es no mentir. “Tarde o temprano el niño des - cubrirá la verdad y eso acabaría con la confian - za”, precisa. Otra cosa que no se debe hacer es evitar a toda costa estas conversaciones, pues solo aumentará el misterio y curiosidad alrededor del tema y el menor buscará saber la información desde cualquier fuente.

NO LOS OLVIDES

“Por lo general, las conversaciones sobre educación sexual se limitan a la prevención de enfermedades y embarazos. Sin embargo, hay otros dos temas que considero esenciales para tocar: el consentimiento y la menstruación”. Ayudar a los más pequeños a conocer y defender sus límites, y a respetar los de los demás, es un no negociable a la hora de hablar de sexualidad.

CURANDO TABÚES

Para fomentar una conversación libre y respetuosa, también es necesario que los padres realicen un viaje a su interior y reconozcan aquellos tabúes con los que aún puedan estar cargando. “Lo mejor es trabajar esa vergüenza, culpa o miedos en terapia. Eso les ayudará a ver la sexualidad desde otra perspectiva y empezar a transmitirlo sin estereotipos ni visiones negativas”, concluye.

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