Dejar en alto su tierra. Esa es la misión que se trazó Karem Vértiz hace más de una década, cuando decidió experimentar productos cosméticos con insumos de su natal Iquitos. Lo que en ese momento parecía una afición, es ahora su medio para ganarse la vida. La sangre de grado, el camu camu, la sábila, las algas, la toronja, el cacao y el aguaje se convirtieron en sus principales recursos para sus jabones y bloqueadores solares. Llegar a eso, claro, tomó de tiempo, capacitaciones, asesorías y sobre todo de mucha fuerza de voluntad.
Contenido Sugerido
Contenido GEC