El trabajo remoto es una tendencia que ha ganado terreno en los últimos años. Si bien el término nació en la década de los 70 en Estados Unidos, fue gracias a la llegada de Internet y las computadoras, que el home office empezó a ser factible. Entre sus beneficios destacan la flexibilidad, productividad, accesibilidad, entre otros. En el contexto en el que vivimos, claro, hay oficios que pueden seguir realizándose a través del teletrabajo, práctica que continuará hasta el 31 de julio de 2021, según indicó el presidente del Consejo de Ministros, Pedro Cateriano.
“El teletrabajo, más allá de las herramientas que uses, significa cuán adaptable eres a vivir escenarios diferentes”, dice Daniel Falcón, fundador y director de Neo Consulting, empresa peruana de innovación y transformación digital decidió implementar en el 2017 la modalidad del home office. Como bien agrega el sociólogo Martín Santos, “la posibilidad del teletrabajo depende de tres factores: el acceso a internet y la calidad de la conectividad; el bagaje informático y digital de la persona; y las características propias de la actividad. Esta adaptabilidad que mencionan los expertos, cómo no, puede lograrse con las herramientas adecuadas.
¿Se imagina contar con una buena cámara web específicamente diseñada y optimizada para transferencia de video con gran nitidez y en HD? Cuánto ayudaría tener una plataforma para computadora que transforme un escritorio convencional en una estación de trabajo de pie. Qué me dice de un teclado para tablet o smartphones que, además, tenga bandejas para llaves, lápices, agendas, tarjetas, CD, USB y más. Puede cargarse mediante corriente o con dos pilas triple A.
Esos gadgets, para fortuna nuestra, existen. Algunos ejemplos en la fotogalería de arriba. Un adelanto: hay un artefacto que permite mantener caliente por horas su taza de café, té, cacao o chocolate; que bien caerían con este clima que ya empieza a cambiar.//