Dentro de cuatro paredes, aire acondicionado y luces led... ¿por qué tendría que usar bloqueador?
Dentro de la rutina de belleza de las mujeres, es clave el uso de bloqueador solar; sin embargo, muy pocas son las que en verdad cumplen al pie de la letra las indicaciones del dermatólogo o solo lo hacen cuando van a la playa, piscina o caminar en la calle. Es aquí donde las ejecutivas o trabajadoras de empresas no consideran necesario aplicarlo si es que van a estar bajo techo, cometiendo así un grave error.
Si bien en verano la radiación UV preocupa a más personas, sobre todo por los efectos dañinos acumulativos o los de mediano plazo como fotoenvejecimiento, pérdida de elasticidad de la piel, arrugas y sequedad, muy pocos toman en cuenta los efectos de las fuentes artificiales de radiación ultravioleta (RUV), tales como focos incandescentes, focos ahorradores, lámparas halógenas, reflectores, etc. o, la luz que atraviesa las ventanas, cuando no tienen filtros UV. Todas estas pueden generar daño en la piel, por acción directa o reflejada en algunas superficies u objetos (pisos, vidrios, agua, vehículos, etc.).
Es por este motivo que los especialistas recomiendan usar bloqueador cuando se está en recintos cerrados o zonas como la oficina, pues el sol no es el único causante de manchas en la piel, también lo son las pantallas de los computadores y las luces ultra violeta.
“Los antiguos monitores de caja emitían bajas dosis de RUV y rayos gamma, hoy en día, las pantallas LCD no lo hacen, por lo tanto el riesgo de daño en la piel se ha reducido. Sin embargo, el problema – no solo de laptops y monitores de PC, sino de tablets y smartphones - es el brillo por la luz azul que emiten estos dispositivos, que está directamente relacionado con la formación o empeoramiento de manchas oscuras de la cara, denominadas melasma”, indicó a El Comercio el Dr. Manuel del Solar, jefe del Servicio de Dermatología del Hospital Cayetano Heredia.
¿Cuánto bloqueador solar debo aplicarme?
Los protectores solares deben ser aplicados en todas las áreas descubiertas de nuestra piel, con la finalidad de crear el hábito y protegerla correctamente. Muchas veces tratamos de “ahorrar” y queremos que un frasco nos alcance “mucho tiempo”. Lo cierto es que se debe utilizar lo necesario para que toda la piel expuesta esté protegida, pero sin exagerar.
“Una medida práctica es el cálculo por cucharitas de té, que tienen - en promedio - 5 ml y sirven para aplicar el producto correctamente: cara y cuello, una cucharita y media; hombros y miembros superiores, una cucharita y media; miembros inferiores, dos cucharitas. En condiciones habituales como en la oficina, un fotoprotector con SPF 50+ debe ser renovado o reaplicado cada 3 o 4 horas para mantener su efecto, sea que la persona salga o no de la oficina”, explicó Del Solar.
El especialista, quien forma parte de la campaña #YoSoyPhotoResponsable de Bioderma cuyo objetivo es tener una vida saludable, proteger nuestra piel y reducir el riesgo de enfermar, también recomendó que si se quiere tener un adecuado cuidado de la piel, las mujeres no deben olvidar incluir entre sus hábitos la aplicación de protectores solares aun cuando estén trabajando en su oficina por largos periodos de tiempo frente al computador o, incluso, en la misma casa y no se tengan planes de salir a calle, pues en el hogar también están las luces artificiales que dañan la piel.
Para ser fotoresponsable es vital disfrutar del sol pero sin olvidar cuidar la piel. Esto se logra al no sobre-exponerse a él entre las 10 am y 4 pm, usar prendas de vestir y accesorios (sombrero y lentes de sol con filtro UV) que protejan nuestra piel, aplicar adecuadamente los fotoprotectores, acudir regularmente al dermatólogo para evaluar las condiciones de la piel y hacerlo precozmente si algo nuevo surge: una mancha, bulto o alguna molestia.