El velerista Alec Hughes y una investigación que vincula a los antiguos peruanos con la Polinesia

A sus 49 años, él conoce muy bien el mar: entre 1999 y el 2000 dio la vuelta al mundo en un velero, junto a su padre y una tripulación enteramente peruana. Descendiente de navegantes uruguayos –su abuelo fue el primero en cruzar el Atlántico, solo, en un velero de 10 metros, sin motor, desde Reino Unido hasta Uruguay–, su amor por la historia náutica pesó en su primera gran decisión: vivir en un pequeño velero en Oahu, Hawái, mientras asistía a sus estudios universitarios de Administración y Tecnología.

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Hughes acaba de lanzar el libro Atando cabos, que continúa de alguna manera el trabajo pionero del historiador José Antonio del Busto y que recoge datos científicos recientes acerca de ese apasionante tema.

“Comencé a atar cabos sobre similitudes de nuestra cultura peruana, a raíz de un proyecto de navegantes hawaianos, muy interesados en repetir, pero a la inversa, la proeza del legandario Thor Heyerdahl”. Como se sabe, en 1947 y usando un barco de totora llamado Kon Tiki, el etnógrafo noruego partió del Callao hacia la Polinesia para demostrar que sí era posible una conexión entre ambos mundos con los recursos antiguos de navegación.

Hay que recordar que José Antonio del Busto aseguraba que en el siglo XV el inca Túpac Yupanqui logró reunir la logística suficiente para equipar balsas a vela y alcanzar Mangareva, en Polinesia.

En esa isla existe la leyenda de un dios Tupa que llegó desde donde sale el sol. “Esa sería una prueba de que los peruanos somos navegantes desde hace muchos años. Existe la evidencia del camote, tubérculo domesticado en el Perú y que existe en la Polinesia con el nombre ‘kuumala’, casi el mismo nombre de ‘kumara’ que recibe en quechua”, añade el velerista.

En años recientes se ha descubierto en Chile un ave llamada gallina polinésica, cuyo ADN revela que es la misma que habita el archipiélago del Pacífico. Pero lo más relevante es el descubrimiento de ADN polinesio en habitantes de la costa sudamericana.

Como informó The New York Times hace un par de años, un estudio de la Universidad de California sugiere que las personas de Isla de Pascua llevan pequeñas cantidades de ADN heredado de humanos que vivieron hace unos 800 años en lo que hoy es Colombia. La explicación sería que los polinesios llegaron a América del Sur y llevaron a los sudamericanos en sus botes en el viaje de regreso.

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“Atando Cabos está tratando de sumar con evidencia la información que tenemos y determinando qué nos falta aún por saber”, señala Hughes, quien es, además, un gran promotor del deporte de la vela en el Perú. De hecho, segura que es la disciplina que más medallas y lauros ha dado al país.

Alec ha sido condecorado recientemente por la Marina de Guerra por su impulso y dedicación a la navegación a vela. Su inesperado papel en el esclarecimiento de la verdad durante del derrame de petróleo en Ventanilla –desminitió que hubiese habido oleajes y mal tiempo– lo dibuja como un gran defensor del mar peruano, u Océanus Peruvianus, el primer nombre dado al Pacífico por los cartógrafos europeos.

“No importa quién vino primero o quién descubrió a quién. Lo que importa es que el océano tenía la capacidad de comunicar a las civilizaciones”, concluye. //

Otros protectores del mar

• YURI HOOKER. Ha registrado y catalogado más de 200 especies del mar peruano a la comunidad científica internacional.
• BRUNO MONTEFERRI. El Director de Conservamos x naturaleza llevó adelante el programa de limpieza ‘Hazla por tu playa’ y luego ‘hazla por tu ola’ (junto a Carolina Butrich).
• FRANCISCA BARRIOS. Activista de la economía circular. además de limpiar playas de residuos plásticos, ha unido a la comunidad pesquera en Pucusana para reutilizar el plástico de las bolsas de hielo y/o redes de pesca, y fabricar productos que se reinsertan en el mercado local.
• NINA PARDO. líder de la ONG H2oceanos, desarrolló la base de datos más grande de documentación de aletas de delfines en el Perú.

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