La carrera discográfica de Lucha Reyes (1936-1973) fue como un hermoso relámpago: fugaz, deslumbrante. En cuatro frenéticos años, su voz melodiosa se apoderó de las radios del país y de los tocadiscos de las casas con la misma fuerza con la que se había abierto paso en las peñas en la década anterior, a fuerza de tolerar abusos y explotación laboral. Aunque había publicado algunos sencillos, su elepé inaugural, “La morena de oro del Perú”, aquel en el que está incluido su primer gran éxito masivo, “Regresa”, lo publicó recién en 1970, luego de varios años de bregar para hacerse con un nombre. En los próximos tres años, hasta su lamentable partida, la cantante contentó a sus fans lanzando un disco anual, acaso apresurada porque sentía el reloj correr en su contra. Todo parecía ir por fin cuesta arriba y nadie imaginaba, salvo Lucha quizá, que estaba viviendo sus últimos tiempos.
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En 1973, mientras acudía en taxi a una misa por el Día de la Canción Criolla, un 31 de octubre, un infarto acabó con su vida. Reyes estaba enferma desde hacía muchos años, desde que le diagnosticaron una diabetes que no pudo tratarse bien. La esforzada vida de un artista, con calendarios imprevistos y horarios madrugadores, no contribuyó mucho a la mejora de su salud. Meses antes de morir, la cantante de “Tu voz existe” y “Mi propiedad privada” ya había perdido por completo la visión. Tenía solo 37 años.
Para una mujer afroperuana que provenía de un contexto empobrecido, con un pasado que incluía abandono paterno, trabajo infantil e incluso reclusión en un internado de monjas, cada herida en su vida quedó impresa en su canto, uno de los más conmovedores que se recuerdan. Sin embargo, Lucha no era una persona triste. “Era alegre, jaranera; siempre hacía bromas cuando nos reuníamos en el estudio. Era familia para nosotros. Y también tenía su genio”, recuerda Polo Bances, el octogenario saxofonista criollo cuyo instrumento acompañó a Lucha en muchos de sus éxitos, como “Tu voz...”. Su célebre parte en este hit de Lucha parece una cosa bien pensada, pero Bances confiesa que todo era fruto de inspiración del momento. Los arreglos los armaban en cuestión de minutos, antes de grabar.
Al saxofonista le tocó acompañar a Lucha en sus mejores y peores momentos. Fue su músico durante la gira que hizo por Estados Unidos, la cual sería su última debido a su delicado estado de salud. “En esa ocasión, apenas pudo realizar su última actuación. Ya se sentía mal. Recuerdo que tenían que aplicarle una inyección para que se animara. Cuando la recibía, parecía otra persona. Sin embargo, una vez que el efecto se disipaba, volvía a decaer”. Cuando le contaron que Lucha pensaba despedirse de su público con el que sería su último single, “Mi última canción”, Bances se excusó de participar, con un poco de culpa. “La letra era muy premonitoria. La verdad no pude participar, dije que no”, dice.
Al lado de Bances, el genio de la guitarra Rafael Amaranto ensaya cinco décadas después a pedido de Somos una versión apurada de “Una carta al cielo”, un clásico de Lucha en el que él contribuyó con sus seis cuerdas y dirección musical. Han sido reunidos por el productor Claudio Temoche y los acompaña en voz una joven que se forja un nombre en el mundo de la música neocriolla o criolla fusión. Se llama Emy Castro y nació en Talara hace 29 años. Emy le susurra al maestro Amaranto el tono en el que quiere cantar, y él la comprende al instante. A pesar de haber perdido la capacidad del habla debido a un accidente cerebrovascular, su afasia no afectó su habilidad para expresarse a través de la guitarra.
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Para Emy, Lucha será siempre una inspiración, desde el momento en que la interpretó por primera vez a los 8 años. En esa época, recuerda, su padre no deseaba que siguiera una carrera como cantante, aunque ella moría por obtener la aprobación paterna. Un día, la niña decidió participar en un concurso, y la canción que eligió fue precisamente “Una carta al cielo”, inmortalizada por Reyes. El público quedó conmovido al ver cómo la pequeña vivía la letra y derramaba lágrimas en cada verso. “En verdad, estaba llorando porque vi a mi papá entre el público. Era la primera vez que me iba a ver”.
Si bien la música criolla parece replegada en su alcance comercial en estos años, alejados del gusto masivo, Emy sostiene que es un error afirmar que está muriendo, como a menudo se sugiere. El legado de Lucha no podría estar más presente, tanto en las reediciones de sus discos que han salido en conmemoración de los 50 años de su fallecimiento, como en los músicos que mantienen viva la llama de la música de sabor peruano desde diversas perspectivas. Entre ellos, podemos mencionar a Novalima; el dúo de bajo y voz Minuto Criollo; y las voces de Paloma Torres, Michael Abanto y la propia Emy. También podríamos recordar el caso del músico peruano Jaime Cuadra, que el 2008 logró colocar un remix de “Regresa” en la película Quantum of Solace, perteneciente a la saga de James Bond. El talento está ahí, solo falta una adecuada promoción para que ese barco empiece de nuevo a navegar. //
Días de Lucha: lanzamientos por los 50 años de su partida
1. REMEMBRANZAS VOL. 1
Esta colección de éxitos de ‘la Morena de Oro’ se lanza en vinilo bajo el sello Ellas Rugen Récords, especializada en voces femeninas de Latinoamérica que dejaron huella. Previamente, se han encargado de artistas como Yma Súmac y Estelita del Llano. Incluye sus exitosas canciones: “Regresa”, “Como una rosa roja”, “Mi última canción” y muchas más. Disponible en formato vinilo y en Bandcamp.
2. LA PEÑA DE LUCHA REYES (EDICIÓN ESPECIAL)
Estas grabaciones sin fecha exacta provienen de la época en que Lucha era una de las estrellas de La Peña Ferrando, que pertenecía al animador televisivo Augusto Ferrando. Se lo escucha a este entre canción y canción, presentando a la cantante en canciones como “Cariño”, “José Antonio”. Disponible en todas las plataformas.
3. LUCHA REYES: 50 AÑOS INÉDITA, VOL. 1 (EDICIÓN HISTÓRICA 1973-2023)
Otro disco en vivo en el que podemos apreciar la calidad de la cantante a pesar del sonido casi documental. Reyes se presenta en sesiones de radio para cantar valses y marineras como “Bello durmiente”. Incluye temas que no llegó a grabar en estudio como “Anita”, “Esta noche a las 9″ y “Acuarela criolla”. Disponible en todas las plataformas.