El día para María Lourdes Gutiérrez (49), la enfermera de mayor edad de la Villa Panamericana de Essalud, inicia antes que salga el sol, entre rosarios, ejercicio y yoga. Es una preparación que le da paz para enfrentar la dureza de su oficio en esta pandemia. Este 25 de marzo, la licenciada cumplirá un año desde que se mudó a tiempo completo a este centro de atención y aislamiento temporal para pacientes de COVID-19. El sacrificio que hizo: dejar de ver a su hija adolescente, a sus papás, por más de seis meses. Así es la profesión. Recién en el último tramo del 2020 le llegó el respiro, cuando la curva de contagios bajó y pudo visitar a su familia. Pensó que al fin todo se acababa... hasta que empezó de nuevo.
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