El boom de las plantas carnívoras, las favoritas entre los amantes de Halloween y la jardinería

Al padre de la teoría de la evolución, Charles Darwin, ningún misterio de la naturaleza le era ajeno, pero uno que le intrigó profundamente fue el estudio de las plantas carnívoras. Su primer encuentro con ellas fue fortuito, durante una tarde en casa de los parientes de su esposa, en Sussex. Allí, en el jardín, observó a una drosera en acción, con cadáveres de insectos que se acumulaban en sus hojas. Al principio le pareció sospechoso, pero luego lo encontró fascinante. La idea de un vegetal con un sistema digestivo similar al de un animal lo cautivó a tal punto que su esposa empezó a preocuparse. En una carta, Emma Darwin le contaba a una amiga: “Charles trata a su drosera como a un ser vivo. Le habla. Supongo que tarde o temprano querrá demostrar que es un animal”. El mismo científico fue más allá. Se le atribuye la cita: “En estos momentos, me importa más mi drosera que el origen de todas las especies del mundo”.

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La obsesión de Darwin es comprensible, ya que la humanidad todavía tiene numerosas preguntas sobre estas plantas. Son vegetales que, en la cultura popular, suelen estar asociados a cualidades aterradoras. En el cine, se les ha empleado para generar miedo o tensión. En la película alemana “Nosferatu” (1922), centrada en un vampiro, se puede observar una venus atrapamoscas, quizás la planta carnívora más famosa. Esta imagen parece desvinculada de la trama, contribuyendo principalmente a generar una sensación de incomodidad. “Hasta el día de hoy, hay clientes que preguntan si las plantas carnívoras muerden”, relata con diversión la ingeniera Vanessa Sotelo, propietaria del emprendimiento Bokitas Perú. Desde 2016, su negocio se ha dedicado a la venta de estas “mascotas vegetales”. Incluso ofrecen certificados de nacimiento con la compra de cada planta, permitiendo a los dueños bautizar a su planta como deseen. Halloween es un momento propicio para las ventas, debido a la asociación que muchas personas hacen con la película “La tiendecita del horror”.

De este filme existen dos versiones, una en 1960 y la otra estrenada en 1986, y en ambas se muestra una planta carnívora que crece de manera desproporcionada gracias a una dieta basada en sangre y carne humana. En “Sentencia previa” (dirigida por Steven Spielberg en 2002), se presenta una larga secuencia situada en un invernadero con este tipo de plantas, diseñada para aumentar la tensión en la conversación de los personajes. Las plantas carnívoras también han hecho su aparición en videojuegos como “Mario Bros.” y “Plantas vs. zombis”. Incluso, se podría argumentar que el Demogorgón, villano de “Stranger Things”, parece un ser con propiedades de planta.

Lo cierto es que las plantas carnívoras, como se ha insinuado aquí, han tenido una reputación injustamente negativa. En realidad, se trata de seres hermosos que ofrecen la ventaja de una cierta interactividad. Si tienes una venus atrapamoscas, puedes darle tú mismo un insecto y observar cómo sus hojas lo atrapan. Es importante destacar que no es necesario proporcionarles comida; como cualquier planta, pueden vivir perfectamente con agua y luz. El insecto es más bien su “postre”.

En el mercado de Acho y en el de Barranco, también puedes encontrar comerciantes que ofrecen estas plantas en sus variedades más populares, como la atrapamoscas, la drosera que atrapa animales con filamentos pegajosos y las nepenthes que los retienen en una especie de jarras en sus hojas. A pesar de la exageración de su peligrosidad en películas y medios populares, en su mayoría, estas plantas son una adición intrigante y hermosa tanto al mundo cotidiano como al de la jardinería. //