En tiempos de telenofobia o miedo a hablar por teléfono, algo muy común entre la generación Z, son muchas las personas que se preguntan cuál será el futuro de la conversación, esas charlas informales y prolongadas que solíamos tener por puro gusto o por la empatía de sentirnos cercanos. La antigua costumbre de llamar a alguien para preguntar cómo le va solo la conservan las personas mayores. Es en este panorama que se está produciendo un fenómeno de lo más extraño: la enorme demanda de programas de Internet y ‘podcasts’ en los que dos personas se sientan cara a cara para conversar. Aunque no parezca una idea revolucionaria ni rompedora, puede que sí lo sea en nuestros tiempos.
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“Como sociedad, no somos conscientes de nuestra capacidad para conversar, de sentarnos a hablar. En otras sociedades no ocurre lo mismo. Hay programas de conversación de gran éxito en Estados Unidos o en Inglaterra”, apunta el actor Carlos Carlín, recordado por su programa de charla “Wantán Nights”, que duró siete años. Carlín ha regresado al ruedo con “Carlín en la red”, uniéndose a una verdadera ola de programas de conversación que abundan en Internet. “Para aquellos de nosotros que venimos de la televisión, esto es un espacio muy especial porque nos brinda libertad y tiempo, algo que no teníamos siempre allí. Aquí podemos abordar temas que no se podrían tratar, y podemos decir nuestra verdad sin ningún tipo de filtro”.
Cuando hablamos de ola nos referimos a la proliferación de ‘podcasts’ y ‘videopodcasts’ que estallaron durante la pandemia. Estos programas pueden ser de diferentes tipos: reportajes, monólogos, reseñas, viajes y, por supuesto, de charla, que son los más abundantes y populares en la actualidad. La esencia de todos ellos es la misma: dos o más personas, un par de micrófonos, algunas luces y un programa de edición como los elementos mínimos para comenzar un proyecto.
La característica principal en todos es la charla amable, en la que el invitado se siente tan cómodo que puede hablar libremente, sin la tensión que depara la entrevista periodística formal. Otra aspecto especial es que estos programas se pueden escuchar en cualquier momento y en múltiples plataformas como YouTube, Spotify y Apple. “El futuro es digital. La costumbre de llegar a casa a las 4 p.m. para ver “El Chavo del Ocho” los chicos de hoy no la entienden. Ellos quieren ver lo que les gusta, a la hora que quieran y por el medio que quieran”, explica Carlín.
En los primeros días de YouTube, los programas en línea eran creados por personas “nativas” del nuevo medio. Hoy en día, son más bien celebridades o personas conocidas de otros espacios quienes se suman a este nuevo medio y establecen su presencia. Ahí están el ‘Cuto’ Guadalupe (“La fe de Cuto”), el cómico Carlos Vílchez (“Te jalo”), Patricio Suárez Vértiz (“Patricio tal cual”) y, desde la semana pasada, el presentador Cristian Rivero (“El podcast”).
“Lo que he notado es que el ‘boom’ de estos programas comenzó durante la pandemia, con las transmisiones en vivo de Instagram. De repente, todos en la televisión sentían que debían abrirse un espacio para conversar con alguien”, recuerda Luis Carlos Burneo, de “La habitación de Henry Spencer”, uno de los pioneros de este formato. “A los 25 años, hice mi primer programa con una cámara Handycam de cinta. No tenía micrófonos. Recuerdo que lo llevé a la televisión, y me dijeron: ‘Esto es una conversación, esto no vende’. Y mira cómo han cambiado las cosas. Ahora da la impresión que levantas una piedra y encuentras un nuevo ‘podcast’ de conversación”.
Al igual que Burneo, el actor Jesús Alzamora intentó convencer a una productora de televisión hace cinco años para que le dieran un programa tipo ‘late show’, pero le dijeron que eso no funcionaría. Decepcionado, pero no desanimado, decidió crear por su cuenta un programa de charla en Internet llamado “La banca”, que se grababa en exteriores. Hoy en día, el programa se ha trasladado a un elegante set y ha adoptado un nuevo concepto: “La lengua”. “Leí hace poco que ahora hay más ‘podcasts’ que oyentes de ‘podcasts’. Entonces, si tienes un programa de este tipo, debes ser capaz de crear una marca que se diferencie. Modestamente, eso es lo que hemos logrado con trabajo duro. Este es un trabajo de obrero”.
En el Perú, a excepción de la experiencia de Jaime Bayly en los años noventa, no hemos tenido grandes programas de conversación en la TV abierta como los que suelen existir en otros países. Para Carlín, esta ausencia se debe al pequeño ‘star system’ que tenemos, lo que implicaría repetir invitados cada pocos meses. Alzamora cree que para lograr ese estándar foráneo se necesita un ejército de guionistas, un esfuerzo insostenible para los presupuestos televisivos. Internet, en cambio, ofrece muchas más posibilidades. “Tienes todo el tiempo que quieras para aprovechar a tu invitado. Antes, los programas de Internet eran cortos. Ahora, duran más de una hora, y eso es bueno”, cuenta Alzamora. “Me ha pasado que me dicen: ‘Tienes un invitado de fuera, pero solo te daremos diez minutos’. En esos casos, prefiero pasar. Si estos programas están pegando tanto es porque establecer una conexión con un invitado toma tiempo”. Ellos prefieren avanzar rápido, pero sin prisa. //
- Carlos Carlín tiene el programa “Carlín en la red” en el canal de YouTube BabaTV. También está en plataformas de audio. Ha sumado hace poco un nuevo programa con su amiga Johanna San Miguel, “Yo te amo, yo tampoco”.
- Luis Carlos Burneo sigue al frente de “La habitación de Henry Spencer”, desde hace 16 años. Alterna tanto charlas extensas como notas cortas en universidades.
- Jesús Alzamora está en todas las plataformas con “La lengua”. También tiene un nuevo programa en el que cuenta historias de vida, el tema que más lo apasiona en estos momentos.
- Cristian Rivero acaba de debutar como entrevistador en su canal Cristian Rivero Oficial. Su primer entrevistado fue Christian Yaipén.
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