Cuando la dra. Ruth Shady y el equipo de alumnos de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos descubrieron en 1997 la Ciudad Sagrada de Caral, en el valle de Supe, encontraron fibras vegetales de junco en los cimientos de las pirámides. Pruebas de carbono 14 aplicadas a estas bolsas les permitió determinar la antigüedad del sitio arqueológico: 5 mil años. Convirtiéndose así en la civilización más antigua de América. En sus construcciones hallaron la shicra (proviene del quechua “sikra”, que significa cestilla tejida), una técnica sismo-resistente que consta de unas bolsas con fibra vegetal y drizas, rellenas de unos bloques de piedras usadas como cimiento. “Es una técnica milenaria que se realiza haciendo retorsión de las fibras. Retrocedemos la fibra para formar una foga y luego se realiza el anillado para darle seguridad”, explica Orlando Medina, un artesano del centro arqueológico de Vichama, a la altura del kilómetro 146 de la Panamericana Norte, que bien podría ser guía turístico de la zona.
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