Antes de la pandemia, como parte de su constante búsqueda por retratar al Perú y sus múltiples identidades, Víctor Idrogo llegó a la localidad de Alto Huampaní, en Chosica, para ser parte de una experiencia cargada de misticismo: la Fiesta de la Santísima Cruz de Rasuwillka.
Esta celebración –organizada por primera vez en 1998 por el retablista Jesús Urbano Rojas, junto con otros migrantes ayacuchanos que escaparon de la violencia terrorista– rinde culto al nevado de Rasuwillka, apu mayor de la ciudad de Huanta, Ayacucho.
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“Lo que busco transmitir es esa mezcla entre lo clásico de la religiosidad y esa modernidad con la que muchos hoy profesan su fe”, dice Idrogo sobre Vírgenes de Rasuwillka, su primera muestra individual.
Con este trabajo captura el lado más onírico de la festividad, el cual logra plasmar en los retratos de las vírgenes. La exposición va hasta el 9 de julio en Micromuseo (Manuel Bonilla 105), en Miraflores. //
Víctor Idrogo (Lima, 1988) lleva más de 14 años dedicado al fotoperiodismo y se ha especializado en fotografía editorial y retratos. Cuenta con estudios de Antropología en la PUCP y un máster en Fotografía Contemporánea por el Centro de la Imagen. Sus temas de interés son masculinidad, género e identidad.
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