Buenas noches, Martina (Peisa, 2010), Desayuno (Polifonía, 2014) y Dentro de una cebra (Limonero, 2019) son los tres libros de la reconocida autora peruana Micaela Chirif que, en distintos años, han sido incluidos dentro de la selección White Ravens que hace la Biblioteca Internacional de Münich a los mejores títulos para niños y jóvenes publicados en el mundo. Con una maestría en libros y literatura infantil, si hay alguien en nuestro país a quien haya que consultarle cuáles sugeriría para tener en la bibliotecas de los chicos, aquella es la también poetisa.
La Feria del Libro aún no culmina por lo que tiene hasta el domingo para hacer compras en línea aprovechando los descuentos. Los imprescindibles para Chirif, y que puede hallar en librerías locales, son:
1. Teléfono descompuesto. Ilan Brennan y Renato Moriconi. Fondo de Cultura Económica.
Un libro silente en el que el archiconocido juego nos lleva a un largo viaje del tiempo y del espacio y atravesar de ida y vuelta las fronteras en la realidad y la ficción. Tanto para los niños como para los adultos.
2. La sorpresa de Nandi. Eileen Browne. Ediciones Ekaré.
Un libro para los más chiquitos que encierra varias hermosas sorpresas. Se disfruta como un regalo en un día de sol.
3. La pajarera de oro. Anna Castagnoli y Carll Cneut. Barbara Fiore.
Valentina quiere que le traigan al pájaro que habla. Nadie es capaz de dárselo y las cabezas ruedan hasta que alguien le entrega un misterioso huevo. Un extraordinario libro en el que el texto, la imagen y el diseño se combina para producir un libro redondo.
4. El topo que quería saber quién se había hecho aquello en su cabeza. Werner Holzwarth y Wolf Erlbruch. Libros del Zorro Rojo.
Una mañana, al topo le cae un pedazo de excremento en la cabeza. Indignado, decide buscar al culpable y, de paso, va descubriendo cómo son las ’cacas’ de todos los animales. Un libro muy divertido.
5. 13 palabras. Lemony Snicket y Maira Kalman. Limonero.
Un relato hilado de manera surrealista a partir de trece palabras aparentemente aleatorias. Las imágenes que lo acompañan le hacen el contrapunto perfecto.