Helena Christensen (Dinamarca, 1968) pertenece a ese exclusivo grupo de íconos irrepetibles que deslumbró en las pasarelas e hipnotizó a más de una generación: las ‘top models’ de los noventa. Y no solo por su belleza física —que destaca con una estructura ósea incomparable y una mirada verde profunda y felina—, sino también por ese espíritu rebelde que la acompañó desde sus primeros pasos en la industria.
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Esa misma esencia aventurera la terminó llevando al mundo de la fotografía, desde el otro lado del lente, alentada por figuras como el diseñador Karl Lagerfeld y el fotógrafo alemán Peter Lindbergh. Aunque su nombre y apellido han continuado vigentes en el panorama ‘fashion’ mundial (tres décadas después de haber formado parte de la generación de ‘top models’ junto a Cindy Crawford, Linda Evangelista y Naomi Campbell), en el Perú la notoriedad de la modelo y filántropa ha resurgido cual ave fénix tras el reclutamiento de su sobrino, Oliver Sonne —quien todavía no pisa la cancha— por la selección peruana.
Sonne, hoy de regreso a su natal Dinamarca tras no ser incluido en los últimos partidos de la Blanquirroja, es hijo de Anita, hermana de Christensen, y, en consecuencia, nieto de Elsa Schmidt, madre peruana de la supermodelo danesa quien solía trabajar como aeromoza.
RAÍCES PERUANAS
“Mi madre, Elsa, nació en Lima. Cuando tenía 18 años, ella, mi tío y mi abuela navegaron hasta Dinamarca. [...] Conoció a mi padre una noche en el Club Las Vegas, se casaron poco después y tuvieron a mi hermana, Anita, y a mí”, comenta Christensen sobre las memorias de su madre en una de sus últimas publicaciones de Instagram.
A inicios del 2023, Helena fue destacada por “Harper’s Bazaar España” como ícono del año, ocasión que le sirvió para demostrar sus dotes para hablar castellano. Según reveló al medio, sería posible gracias a su madre peruana, quien desde pequeña le enseñó a dominar el idioma. Su belleza exótica, además, es otra de las cosas que atribuye a Elsa, cuya unión con su padre danés consolidó ese atractivo bohemio y poco habitual en las figuras de la industria de la moda de aquellos años.
“Su belleza era descomunal, con un color de piel único y unos ojos que hechizaban. Pero cautivaba también su curiosidad y nobleza, además de su espíritu rock & roll, diferente a otras modelos”, recuerda Nino Peñaloza, productor de moda y fotógrafo que tuvo la suerte de coincidir con Christensen en numerosos trabajos en Lima y París. “Su familia era muy unida. Su madre, Elsa, siempre la acompañaba a los ‘backstages’ de los desfiles. La vi en las pasarelas de Chanel, Valentino... apoyando a Helena. Cuando venía a Lima, adoraba comer comida criolla y se daba un tiempo para visitar a su abuela”, agrega Peñaloza.
-Abajo. En 2017, Donatella Versace logró reunir a las ‘top models’ de los años 90 en la Semana de la Moda de Milán. Christensen participó junto a Crawford, Schiffer, Campbell y Bruni.
-En 1986, se coronó como Miss Dinamarca, título con el que participó del certamen Miss Universo.
-Helena fue una de las fundadoras de la reconocida revista americana “Nylon Magazine” en 1999, combinando su pasión por la moda con la fotografía.
-Desde 2010, es embajadora de la ONG Oxfam.
SENSUALIDAD A FLOR DE PIEL
Ese espíritu ‘rockero’ del que habla Peñaloza es algo que la productora de moda Eliana Vizquerra reafirma como uno de los hitos más recordados de la carrera de Christensen: “En el video de Chris Isaak, rompió esquemas. Esa mirada completamente enigmática y penetrante es recordada por generaciones. ‘Wicked Game’, sin duda, la llevó a ser más reconocida, en un tiempo en el que además resaltaba por su relación con el vocalista de INXS, Michael Hutchence”, apunta.
Para el diseñador Roger Loayza, este videoclip también fue sin duda un pico en la carrera de la modelo. “Es un video memorable y referente de la cultura pop. De hecho, otros videos han querido imitar, quizá los ejemplos más cercanos son ‘Don’t Let Me Be the Last to Know’ de Britney Spears y ‘Stars Are Blind’ de Paris Hilton”, agrega el modisto, que resalta una vez más lo original de la belleza de Christensen, “con ojos claros, piel oscura y cabello moreno, algo bastante especial”, concluye.
Está confirmado que Helena Christensen es un fenómeno con nombre propio que arrasó en el mundo de la moda, la música y la fotografía. Hoy en día, a ello se le suma su trabajo como embajadora de Acnur, que desarrolla su faceta activista. Una belleza mitad peruana, mitad danesa, que se mantiene vigente en el mundo entero. //