Michel Platini. Usaba las medias como escarpines, a lo Flashdance, y unos rulos de virrey que le saltaban a la hora de patear un tiro libre. Pero además, desde su habla elegante en francés, mandaba. Era el 10 de una selección que en 1981 no había ganado dos Mundiales aún y que, ya con él el campo, fundaría las bases de la elegancia en el equipo del Gallito. We. Eran unos años de cambio, además: Pelé estaba fuera de competencia y su reinado necesitaba -las prisas del fútbol- un príncipe heredero. En Fiorito había nacido ya Maradona. En Flamengo de Río gobernaba Zico. Y en París, como bien resume el primer video que aparece en YouTube cuando uno pone “Michel Platini”, jugaba Le roi.
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