Aquí lo vemos en el puente Brooklyn, en Nueva York.
Juan Pablo Vergara
Arturo León

Cada vez que subía al ‘Lolito’, el bus de la 'U' que trasladaba a los menores del club, abría su mochila, rebuscaba entre su ropa deportiva y sacaba un cubo de Rubik. De chico tenía tanta energía que ese juguetito, ese rompecabezas tridimensional, era la mejor forma de mantenerlo calmado. Así fue por años. Desde muy pequeño se unió a las filas del club crema. Iba y venía de Campo Mar, soñando siempre en convertirse en futbolista profesional, jugar una final y salir campeón nacional.

Juan Pablo Vergara: abajo, en la izquierda, con la camiseta '14'.
Juan Pablo Vergara: abajo, en la izquierda, con la camiseta '14'.

A los 34 años, después de muchas subidas y bajadas en su carrera, Vergara estaba un paso de cumplir ese objetivo. Uno de ellos ya estaba fijo, tenía fecha y hora, por así decirlo: Binacional de Juliaca, su equipo, clasificó a la final del Liga 1 y espera rival (Alianza y Cristal disputan la semifinal). Rumbo al entrenamiento de este lunes, pensando en ese gran día, Juan Pablo sufrió un accidente automovilístico junto a sus compañeros colombianos Donald Millán y Jefferson Collazos. El peruano se llevó la peor parte y falleció por la noche.

“El accidente que sufrió Juan Pablo Vergara ocasionó una lesión en el hígado y también produjo una hemorragia masiva severa en el hemitórax izquierdo”, informó la Clínica Americana de Juliaca a través de un comunicado que rompió el corazón de su familia, sus hijos y compañeros de equipo.

Rudy Jordán, ex futbolista y periodista del Diario El Comercio, compartió vestuario con Vergara cuando tenía 14 años. Ambos son categoría 85 y se conocieron en las juveniles de Universitario de Deportes. Jugaron juntos por casi tres años. El reportero de esta casa editora, impactado todavía por lo ocurrido, recuerda que la técnica del ‘Chato’ -como le decían, por su 1.68m de estatura- era motivo de asombro en los entrenamientos.

“Él manejaba muy bien la pelota con ambas piernas. La verdad, por mucho tiempo, no sabía si era derecho o zurdo. Y eso, a la edad que teníamos, era una rareza. Mientras a nosotros nos hacían entrenar la pierna más débil en todas las prácticas, él no lo necesitaba. También le pegaba muy bien al balón, en tiros libres o en movimiento. Recuerdo que se tenía mucha confianza, te lanzaba unos pases buenísimos y todos los entrenadores lo querían”, relata Jordán.



“En verdad, gracias a mi hermano que me enseñó a patear con la izquierda porque él es zurdo; desde los 7 años vengo pateando con la izquierda y la derecha, es una gran virtud que tengo y se hace fácil para mí“ - Juan Pablo Vergara

Desde el punto de vista futbolero, era un adolescente con mucho futuro. Desde el punto de vista personal, se comportaba como un crack. “Era muy palomilla, hacía muchas bromas, se llevaba bien con todos, le gustaba divertirse con el grupo, pero también era muy buena persona”, afirma Rudy, que jugó en Segunda División años después. “Un día me lo encontré. Él ya estaba en Primera División. Le estaba yendo bien. , me vio, me reconoció y nos abrazamos. Nunca se agrandó. Y no es que éramos mejores amigos”, agrega.

LA OTRA 'U'

Universitario de Deportes lo formó, le dio la posibilidad de debutar en Primera (2003), pero estuvo lejos -muy lejos- de ser el club donde más destacó. Sin embargo, será el amor que sentía por la histórica 'U' que sus mejores momentos como jugador fueron en UTC de Cajamarca. Ahí jugó más de 100 partidos en tres temporadas (2016, 2017 y 2018), marcó más de 20 goles y hasta estuvo en los planes de Ricardo Gareca. No lo convocaron, pero el staff de la selección lo seguía de cerca. Para esa posición de volante ofensivo, ’10′, enganche o como quieran llamarle, era una opción.

Gareca, por cierto, lo conocía de años atrás. Lo entrenó en la 'U', en la temporada 2007. Un año no muy bueno para Juan Pablo porque, detalles sin conocer, pasó de estar en Primera a jugar la Copa Perú en el 2008. Tras vestir las camisetas de Sport Ancash (2009), CNI de Iquitos (2010), César Vallejo (2011), Sport Boys (2011), Real Garcilaso (2012) e Inti Gas (2012), Vergara fichó por Alfonso Ugarte de Puno y se mudó a la Segunda División. Su elección fue todo un acierto. Un año después de jugar 22 partidos y marcar 12 goles, fue elegido por la ADFP el Mejor Jugador de la Segunda División en el año 2013.

Seis años después, el hombre que nació en Los Olivos, en condiciones humildes, se encontró con la gran posibilidad de salir campeón Nacional. Pero un accidente fatal enterró para siempre con sus goles, sus tiros libres y jugadas para enmarcar. Pero sobre todo acabó con sus bromas, su buen humor dentro y fuera del campo, sus viajes al exterior en vacaciones y su amor por un hijo recién nacido. Descansa en paz, Juan Pablo.


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