Han pasado 32 años desde la última vez que el Perú obtuvo una medalla olímpica, pero los vientos parecen haberse renovado de cara a París 2024. Hay deportistas nacionales que no solo nos permiten soñar, sino realmente creer en la posibilidad de que nuestra bandera vuelva a flamear en lo más alto del podio.
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Son 22 atletas los que hasta el momento, salvo alguna novedad de última hora, conforman la delegación peruana. Lo curioso es que, casi la mitad, son mujeres que por primera vez competirán en unos Juegos Olímpicos.
Alessia y Valeria Palacios (remo)
Su aventura se escribe desde hace veinticuatro años en el mar de La Punta. Ambas nacieron el mismo día, estudian la misma carrera (Negocios Internacionales), pero, si hay algo que las une aún más, es su pasión por remar a través de la brava marea. “A nosotras nos gustaba jugar fútbol, vóley, básquet. Éramos superdeportistas”, cuentan. Pero todo cambió el día en que su papá, aficionado a este deporte de toda la vida, les dijo para ir a remar con él. “La conexión que tienes desde un primer momento con la naturaleza es indescriptible. Al principio te puede parecer un deporte un poco extremo, pero luego te acostumbras”.
Desde entonces, llevan un estricto régimen de entrenamiento, todos los días, de al menos dos horas. Su mayor reto en todo este tiempo, explican, es haberse dedicado al deporte de manera profesional, sin descuidar sus estudios. Clasificaron a París 2024 durante el preolímpico de remo, que se llevó a cabo en Río de Janeiro, en marzo pasado. “Estamos superfelices porque, además de ser un sueño que tiene la mayoría de deportistas, lo estamos cumpliendo las dos juntas”, afirma Alessia. “Lo que tratamos de hacer es darnos seguridad entre nosotras. En momentos de tensión, sabemos que siempre nos vamos a tener para apoyarnos”, añade Valeria.
Sol Aguirre (surf)
Es hija de esa tierra noble y calurosa que se asienta en el norte peruano. Años antes de su nacimiento, sus padres se mudaron de Lima a Punta Veleros, al apacible pueblo costeño de Los Órganos, estableciendo ahí el lugar donde serían felices. Germán Aguirre, su papá, le enseñó el arte de pararse sobre una tabla para surcar las olas cuando tenía poco más de cinco años. “Yo ahora vivo en Lima, pero extraño mucho esa sensación de tranquilidad de vivir en provincia”, cuenta Sol. “Tener el mar frente a mi a casa era un privilegio enorme. Ir a surfear es algo cotidiano para mí. Es una parte importante de mi vida”, cuenta la surfista.
Tiene apenas veintiún años, pero ya corre en los circuitos de élite del surf mundial. Este año, Sol logró clasificar a los Juegos Olímpicos París 2024, luego de quedar en quinto lugar en el Mundial ISA (Asociación Internacional de Surf), que se llevó a cabo en Puerto Rico. El próximo mes viajará a Tahití, la isla de la polinesia francesa donde se disputarán las competencias de esta disciplina. “Me siento superpreparada, conectada conmigo de pies a cabeza; o sea, siento que estoy en el momento correcto. En la parte física estoy bien, fuerte y estable. Y psicológicamente también”, nos dice Sol. “Estoy viajando un mes antes para conocer las distintas condiciones. Mientras más tiempo, más horas de vuelo, creo que es mejor”, finaliza.
Florencia Chiarella (vela)
La vela llegó a su vida durante un día de playa en que su mirada se perdió en la inmensidad del océano. Desde Países Bajos, donde estudia Entrepreneurship and Business Innovation, cuenta que la conexión surgió cuando vio una embarcación que poco a poco se iba empequeñeciendo a medida que se adentraba en el mar. “En ese momento me dieron ganas de estar ahí. Creo que siempre he tenido alma exploradora”, comenta. Su fascinación fue tanta que le pidió a su mamá que la inscribiera en la academia de Optimist del club Regatas.
No pasó mucho tiempo para demostrar su gran pericia para dominar los vientos y las olas. En 2021, se convirtió en la primera peruana en ser campeona mundial juvenil de vela, en el Youth Sailing World Championship, en Omán. Y en noviembre pasado, selló su clasificación a los Juegos Olímpicos de París, luego de una destacada participación en los Panamericanos de Santiago. El otro representante en esta disciplina es el velerista Stefano Peschiera. “Es difícil explicar la sensación que percibo cuando estoy navegando. Es una mezcla de paz y adrenalina”, cuenta Florencia. “Si bien la presión de estar en unos Juegos Olímpicos es muy grande, voy a tratar de tomarme las cosas con calma y divertirme en el agua”, concluye.//
María Alejandra Bramont-Arias (aguas abiertas)
Hace unas semanas, la nadadora nacional fue confirmada por la Federación Deportiva Peruana de Natación (FDPN) como clasificada a París 2024 en aguas abiertas. María Alejandra será la primera peruana que competirá en esta modalidad en unos Juegos Olímpicos. “Todavía sigo en shock. Siento que es una segunda oportunidad para reinventarme, pues no logré acceder a Tokio hace cuatro años”, comenta la deportista desde España, país donde reside.
Nadar en aguas abiertas es una prueba que requiere de gran preparación y resistencia. Según reporta la FDPN, convocó a Bramont-Arias debido a su amplia experiencia y trayectoria, después de haber participado en diversos campeonatos mundiales, como Budapest 2017, Hangzhou 2018, Gwangju 2019, Budapest 2022, Fukuoka 2023 y Doha 2024, así como haber competido en varias etapas del circuito mundial. “Estoy tan agradecida de la gente que me rodea, a mi familia, especialmente, mi mamá, y compartirlo con ellos fue mi primera reacción. Sin duda, es un sueño hecho realidad”, concluye.//
La nadadora peruana Alexia Sotomayor se alista para disputar dos selectivos internacionales que serán decisivos para lograr la soñada clasificación a París 2024. Su entrada se confirmará en los próximos días. Esto se realiza a través del sistema puntaje de la Federación Internacional de Natación (FINA). “Es el sueño más grande que un deportista puede tener”, dice Alexia.