La muerte de Kobe Bryant tomó por sorpresa al mundo. Hace un par de semanas hablaba de la educación y el racismo en la cadena CNN, hace unos días asistía a los partidos de los Lakers en primera fila junto a su hija Gianna, y el sábado tuiteaba y felicitaba a LeBron James por pasarlo en la lista de máximos anotadores en la historia de la NBA. El domingo, día de su fallecimiento, le escribió por la mañana al hijo mayor de Shaquille O’neal vía Twitter para saber cómo estaba. Horas después un accidente en helicóptero acabaría con su vida, la de su hija y otras siete personas.
¿Por qué el planeta entero llora la muerte del mítico jugador de la NBA? Por las lecciones que dejó en sus 41 años de vida.
Mentalidad ganadora. Bryant ni siquiera había cumplido los 15 años cuando se trazó la meta de ser el mejor jugador de básquet del mundo. Lo cuentan las personas que más conocieron y no hay motivos para no creerles. En sus primeros años, Kobe buscaba la perfección en su juego, estaba obsesionado por ser un mejor atleta todos los días. “No importa cuánto talento tengas si no lo trabajas”, solía decir. En su libro “The Mamba Mentality”, nombre con el que él llamaba a su filosofía de vida, cuenta todo lo que hizo para detener a Allen Iverson, estrella de los Philadelphia 76ers que en un partido jugado en 1996 demostró estar en otro nivel. “Trabajar más duro no fue suficiente. Tuve que estudiar a este hombre maniáticamente. Leí obsesivamente todos los artículos y libros que pude encontrar sobre Allen Iverson. Obsesivamente observé todos los juegos que había jugado. Estudié obsesivamente cada uno de sus éxitos y cada una de sus luchas. Obsesivamente busqué cualquier debilidad que pudiera encontrar”, escribió Bryant. Años después, le tocó marcarlo y solo le permitió anotar 16 puntos. “La venganza es dulce”, relata.
Kobe ganó cinco campeonatos en la NBA (uno menos que Michael Jordan), dos oros olímpicos y decenas de títulos individuales.
Lealtad. Kobe Bryant no estaba destinado a jugar en Los Angeles Lakers, posiblemente la franquicia más importante y glamorosa en la historia de la NBA. Fue elegido en la posición 13 del draft de 1996 por los Charlotte Hornets. Los Lakers, que habían visto su potencial en los entrenamientos previos al evento donde se seleccionan a los mejores jóvenes, decidieron ficharlo a cambio de dejar ir a su pívot titular Vlade Divac. En su cuarto año (1999-2000) como Laker, Bryant condujo al equipo al título e hizo lo mismo las dos temporadas siguientes. Su lealtad al equipo de Los Angeles fue tal, que fue el primer jugador en estar 20 temporadas en un mismo equipo. Ni Jordan lo hizo con los Chicago Bulls. Y hoy eso es muy difícil que pase en las grandes estrellas. LeBron jugó en Cleveland, Miami y hoy está en los Lakers. Kevin Durant empezó en Oklahoma, pasó por los Golden State Warriors y ahora milita en los New Jersey Nets. La lealtad de Bryant a la institución hacen que sea el único basquetbolista con dos números retirados: 24 y 8. Ya nadie los podrá usar en la historia del team oro y púrpura. Adrian Wojnarowski, el periodista mejor informado de la NBA, contó que hubo un tiempo en los Lakers estuvieron cerca de traspasar a Kobe a los Detroit Pistons. Sin embargo, Kobe se sentó con los ejecutivos del equipo y pidió por favor no ser cambiado. Su pedido fue concedido.
Hombre de familia. “Amaba ser papá. Siempre fue un gran papá, incluso cuando jugaba en la NBA. He escuchado historias de él llegando tarde a casa después un partido y levantándose temprano al día siguiente para llevar a sus hijas al colegio. Si hubiera sido por él, criaba a 10 hijos. Él quería estar siempre ahí con ellas, estar presente en todo. No perderse ninguno de sus momentos importantes. Estaba muy enfocado en su juego, pero también en criar a sus hijos”, cuenta Ramona Shelburne, periodista de ESPN y una de las reporteras más cercanas a Kobe Bryant. La lección es que el ex jugador de la NBA nunca descuidó la crianza de sus hijos pese a vivir viajando y entrenando. Gianna, su hija de 13 años que jugaba al básquetbol, falleció junto a su papá en el accidente aéreo. Kobe deja sin padre a sus otras tres hijas: Natalia, Bianca y Capri.
Sabía que era una leyenda. ¿Y por qué es importante esto? Porque siempre se preocupó en ser un ejemplo para los más jóvenes. Siempre se preocupó por mantener una misma disciplina, una misma mentalidad ganadora y lo hacía saber en cada una de sus declaraciones. “Los campeonatos van y vienen. Habrá nuevos campeones y nuevos MVP. Pero si realmente quieres crear algo que dure, debes ayudar a inspirar futuras generaciones. Y ellos crean algo genial que inspira a la siguiente, y así haces algo que dura para siempre. Eso es lo más hermoso.”, comentó Kobe hace muchos años.
Kyle Kuzma, joven jugador que actualmente milita en los Lakers, escribió un sentido mensaje en Instagram que grafica lo que significó Kobe para generaciones como la de él. “Crecí queriendo ser como vos, mirando tus highlights en YouTube para imitarte (todavía lo hago). Iba al gym a tirar fadeaways por horas, haciendo como que cada tiro era sobre la bocina como vos. 3 años después me convertí en un Laker y te volviste familia y mentor para mí. De niño hubiera hecho lo que sea por conocerte y como rookie tuve la oportunidad. Una cena. Una cena con mi ídolo Kobe Bryant. Hablar de básquet, la vida y negocios con vos me cambió la vida. Lloro mientras escribo esto Kobe, gracias por ser un hermano para mí".
Exploró otros campos. Cuando Kobe se retiró del baloncesto profesional, continuó trabajando. El tipo nunca se quedó sentado disfrutando de su fortuna. Fundó, por ejemplo, Granity Studios, empresa dedicada a desarrollar contenido multimedia. Ahí se centró en contar historias relacionadas al deporte. También quería inspirar a niños con libros que combinen deporte y fantasía, por eso se asoció con el escritor Wesley King para crear una saga literaria llamada Training Camp (Campo de entrenamiento). La venta de estas obras fue un éxito. También ganó un premio Oscar 2018 en la categoría Mejor Corto Animado. El trabajo se llamó “Dear Basketball” y se inspiró en un poema escrito por él mismo en el 2015. Su grandeza la llevó a otros ámbitos de la vida.