Una de las imágenes que más circuló tras el terremoto de 7.5 grados que asoló a la región Amazonas el año pasado fue la de los restos del famoso campanario de la Iglesia de la Jalca Grande, en Chachapoyas. Donde antes había una hermosa torre de piedra del siglo XVI, de pronto no quedó nada. Los lugareños perdían así un sitio turístico y un símbolo que les daba identidad. Como ella, alrededor de 700 casas de la zona colapsaron y nada volvió a ser igual.
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La Torre de la Jalca Grande se empezó a construir en 1538 como parte del proceso llamado “extirpación de idolatrías”, que aplicaban los conquistadores a cada sitio que llegaban. A manera simbólica, cogían piedras y otras materias primas de la cultura local para levantar sus templos católicos. En este caso, se valieron de rocas extraídas de otros templos de la cultura Chachapoyas. Era por ello que la torre contenía, si se miraba con atención, rezagos de diseños en zigzag, característicos de los templos de Kuélap.
Asi luce la Torre de Jalca Grande
Al día siguiente del desastre, la gente de Jalca Grande se echó a buscar una piedra muy especial entre los escombros de la torre. En ella está grabada la imagen de ‘Juan el Osito’, figura antropomorfa que correspondería, según sus leyendas, a un ser mítico que construyó su templo. Hoy se encuentra a buen recaudo en la iglesia.
Somos viajó a Amazonas y conversó con Franklin Hoyos, el párroco del templo. Él nos mostró los tesoros de su iglesia, que puede ver en esta nota. Un dato interesante es que la misa no dejó de realizarse ni siquiera el mismo día del desastre. Sin luz, se logró rescatar de los escombros las dos campanas de la torre, que fueron colocadas en un nuevo lugar. Los pobladores de la Jalca Grande, cuenta el párroco, tienen su estilo de tocarlas para avisar de una faena comunal o si alguien ha llegado al pueblo o ha fallecido, y son muy necesarias en su vida.
A la gente de Amazonas le ha tocado revivir ese dolor esta semana, cuando una pared del Complejo Arqueológico de Kuélap se vino abajo por mal mantenimiento. Hasta que las autoridades no se tomen con seriedad la conservación de estos sitios, la historia que une a estos pueblos seguirá desapareciendo sin que puedan hacer nada. //
¿Y la reconstrucción para cuándo?
¿Y la reconstrucción? Esta iglesia, casi única en su estilo, sigue a la espera de que las autoridades inicien la ayuda prometida. en enero de este año se anunciaba que el Ministerio de Cultura aseguraría más de US$ 20 mil para la restauración de la Torre de La Jalca Grande, gracias al Programa de Respuesta a Crisis de la organización internacional World Monuments Fund. Se espera que en algún momento se cumpla con esta ayuda.
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