Las hermanas mellizas de ocho años que son las nuevas promesas del bádminton peruano

Tienen apenas ocho años, pero cada día entrenan con la disciplina propia de un atleta de alta competencia. Se levantan a las seis de la mañana y, de inmediato, se alistan para llegar a la cancha de bádminton del Club Regatas, donde ambas pequeñas son asociadas. Se ponen en manos de su entrenador para hacer algo de calistenia y luego, raqueta en mano, ejercitan sus reflejos evitando que las decenas de plumas que les lanzan caigan al suelo.

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Catalina y Miranda tienen esa complicidad que solo poseen los hermanos mellizos. Su química en la cancha se evidenció desde que comenzaron a practicar este deporte hace dos años, motivadas por sus padres. En este tiempo, han cosechado grandes triunfos en el circuito nacional de bádminton: el 2023, por segundo año consecutivo, se consagraron campeonas nacionales en dobles.

“Lo más difícil de este deporte es mantenernos concentradas, sobre todo cuando hay que revertir un marcador”, dice Catalina, la más locuaz de las dos hermanas. “Cuando jugamos juntas necesitamos mucha coordinación, pero felizmente nos entendemos muy bien”, complementa Miranda, más pausada.

Por estos días, esta dupla se prepara para llegar en la mejor forma al inicio del circuito nacional, que las llevará a recorrer Arequipa, Chiclayo, Tingo María e Ica. Compiten también en singles, y en más de una oportunidad les ha tocado enfrentarse. “Las dos son muy competitivas, pero entendieron que, en primer lugar, son hermanas y, más allá de la rivalidad del deporte, hay que felicitar siempre a quien nos ganó”, nos dice Karina Flores, su mamá.

El sueño de estas hermanas deportistas es ser campeonas mundiales de bádminton, como su compatriota Diego Elías. Saben que con esfuerzo y dedicación todo es posible de lograr. Y que siempre se tendrán la una a la otra para darse soporte, en la cancha y fuera de ella. //