Google Maps no lo sabe todo. Al tipear “Ticumpinia” en el buscador del servicio de mapas sucede lo inesperado: la aplicación que encuentra hasta la bodega más cercana a tu casa asegura “no encontrar” el lugar mencionado. Si la compañía tecnológica más grande del mundo no ha llegado hasta esa zona, imaginen cómo será. Ticumpinia es una comunidad de la selva peruana ubicada en la provincia de La Convención (Cusco). De ahí provienen las nuevas campeonas (fútbol femenino categoría 14 años) de los Juegos Deportivos Escolares Nacionales 2019, un grupo de niñas machiguengas con mucho talento.
Para llegar a Lima no hicieron un viaje sino una travesía. Partieron un viernes y llegaron el domingo. Claro, tuvieron que hacerlo por tres vías diferentes: cielo, agua y tierra. Todo comenzó una mañana, muy temprano, a las 6:00 a.m. Con sus cosas ya listas, un grupo de niñas partió rumbo al centro poblado de Ivochote. Para hacerlo tuvieron que hacer todo un trayecto por el río Vilcanota en los transportes de la zona. Luego, en un viaje por tierra de 4 horas, arribaron a Quillabamba, donde pernoctaron. 5 horas demoró el siguiente bus que las llevó hasta Cusco. Un día después viajaron en avión a Lima.
“Yo fui a recibir a la delegación, porque fue la primera de pueblos originarios en llegar. Las saludé, les pregunté cómo estaban, y la mayoría me decían que se sentían cansadas, y también un poco nerviosas por el viaje en avión. Para muchas fue su primera vez. Pero también tenían una sonrisa increíble. No me voy a olvidar cuando un medio de prensa conversó con la capitana y ella dijo: hemos venido a llevarnos la medalla de oro. Lo hizo con una personalidad que me dejó asombrada”, cuenta Susana Córdova, directora de Educación Física y Deportes del Ministerio de Educación.
Los Juegos Escolares no son los mismos desde el 2016. Ese año las autoridades de Minedu decidieron mirar más allá, ser más inclusivos y darle mayor oportunidad a las mujeres. Ahora el lema del torneo escolar tiene mucho más sentido: “Venimos de todas partes. Todo empieza aquí”. Las poblaciones más alejadas, con pocos recursos para movilizarse y menos oportunidades para mostrar sus talentos en el deporte, ahora tienen la chance de codearse con chicos de la capital. Y, pese a todas las barreras y dificultades, demuestran que los chicos de estas zonas pueden ser tan buenos como los de Lima.
Estas niñas machiguengas no pertenecen a un solo colegio, de lo contrario no contarían con la cantidad necesaria de jugadoras. Son más bien una selección de las instituciones educativas de La Convención. Iniciaron su participación en los Juegos Escolares 2019 con una derrota ante un equipo de la costa. Se sobrepusieron a ese primera caída, mostraron un amor propio para destacar y llegaron hasta la final. “La medalla de oro la disputaron con un equipo de Ica. Una comunidad tan alejada, en medio de una reserva natural, armar su selección de jugadoras, practican entre ellas, llegan a Lima y se llevan el oro. En sus rostros veía felicidad, pero también el brillo de un niño que tiene esperanza”, añade Córdova.
Dar un paseo por el Centro de Lima, conocer otra zonas concurridas de la capital y compartir un momento con Martín Vizcarra fueron otras de las actividades que realizaron las pequeñas de pueblos originarios. Al presidente de la república lo aplaudieron como si se tratara del héroe que soñaban conocer. “Lo miraban embelesadas. No les cabía en el cuerpo la alegría que sentían”, narra la doctora.
Estas chicas han demostrado que aman el fútbol y todavía más: quieren dedicarse a practicar ese deporte en un futuro. Si existe una política de captación de talentos en la Federación Peruana de Fútbol (FPF) o el Instituto Peruano del Deporte (IPD) es momento de que miren en zonas más alejadas. Ellas son el mejor ejemplo. “Definitivamente tienen un coraje diferente para jugar y superar días de viaje y otras dificultades. Su participación nos deja muchas lecciones. Estas chicas tienen una determinación única para emprender nuevas aventuras y un deseo por superarse y lograr algo para su pueblo originario. No hay nada más aleccionador que esto”.