El relato de Maggi Lañas, co fundadora de la agrupación de nado en aguas abiertas Las Truchas, escarapela de emoción el cuerpo. Humedece los ojos. Pesca la sonrisa. Hace tiempo que estas mujeres, soberanas del mar limeño, querían honrar al BAP Unión de la Marina de Guerra, aquel que veían a veces anclado mientras braceaban frente a la Costa Verde. Pero, usualmente, cuando se lanzaban a perseguirlo, este partía a nuevos rumbos. El tiempo fue afable con ellas el Día de San Pedro y San Pablo, cuando lo consiguieron. Era su interés, además, enviar un mensaje de confraternidad para los peruanos en tiempos tan turbulentos como estos. Ellas lograron convocar a 600 deportistas de distintas especialidades para formar un círculo entorno a la nave. Como en una ronda que celebra. Porque hubo aplausos, vivas y voces que desde el agua flotando se desgarraban cantando el Himno Nacional. El Unión, como deferencia, se iluminó de rojo y blanco antes del amanecer, para recibirlos. Les tocó la sirena varias veces, colgó a oficiales de las velas para saludar y a una pareja bailando marinera para potenciar la jarana. Allí todo era sal: el mar y las lágrimas de felicidad.
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