Son más de 45 los montajes en los que ha participado Manuel Gold en los 38 años que pisa este planeta. Siempre actuando. Fulgurando en escena. Sin embargo, el proyecto que estrena el 2 de mayo en el Nuevo Teatro Julieta lo tiene particularmente nervioso y ocupado. Se trata del primero en el que ejercerá la función de director. “Los caracoles”, escrita por Julio Ramón Ribeyro en 1964, es una comedia satírica que narra la crisis que atraviesa el emblemático hotel El Trópico debido a la aparición de un negocio que se vuelve su competencia: La Isla de El Viejo Roble. Y de lo que están dispuestos a hacer por no sucumbir. Somos conversó con él acerca de la obra y cómo se ha dado en el tiempo esa entrañable querencia que tiene por el teatro.
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Mi impresión, afortunada, es que todo el tiempo estás trabajando en algún proyecto teatral. Sin parar, digamos. Eso no le sucede a la mayoría de actores.
Soy afortunado, sí. Mi primera serie de TV fue “Los del Solar”. Ahí trabajé con el gran Carlos Cano, quien me decía que el mejor reconocimiento que podía tener nuestro oficio en el Perú era tener continuidad en el trabajo. Y aquello me ocurre en teatro desde el 2008. Para mí eso significa un montón.
Y aun así manejas un perfil discreto. Estás en redes, pero compartes prioritariamente tu trabajo. No te desvives por el disfuerzo en una historia cotidiana de Instagram. No te gusta figurar así.
Sí, soy de las personas que puede irse de viaje y no tomarse ni una sola foto. Si tengo fotos de mi infancia y adolescencia es gracias a mi hermana, que le encantaba registrar momentos. Eso se traspasa, supongo, a las redes sociales. Pero algo comparto, tampoco soy ‘hater’ de las redes, solo que no estoy preocupado al 100% de eso.
¿Es la timidez un rasgo de tu personalidad?
Lo ha sido. Ahora, que tengo 38 años, soy menos tímido. Pero depende mucho de con quién estoy. Si tenemos confianza, lo último que vas a decir es que soy tímido. Pero si nunca nos hemos hablado, me demoro.
Debe haber sido difícil ser conductor de un programa como “Polizontes”, entonces. O ser, como ahora, un viral de la Internet local.
Sí, lo más complicado de “Polizontes” para mí era abordar al entrevistado. Pasado eso, todo bien. Sobre el viral, eso ha sido bien loco porque ha sido gradual. El video es de hace diez años [perteneciente al capítulo “El chico de los subtítulos” de la serie web “Los cinéfilos”]. No pasó de un día a otro, entonces no me chocó. No puedo negar, sí, que hay días que me sorprendo cuando escucho mi voz como efecto de sonido en ediciones de TV o de videos de Internet. Ya me río nomás.
Vamos bien atrás en tu experiencia actoral. ¿Cuál es el recuerdo más lejano que tienes sobre un escenario?
Quizá fue en una reunión de padres de familia en la que tenía que interpretar algo. Pero el más vívido fue en una especie de domingo familiar en el patio del colegio. La obra se llamaba “Mancebo que se casó con una mujer brava”, una comedia antigua.
¿Hubo algún momento teatral que te reveló que ibas a dedicarte a esto?
Ninguno. Se me fue revelando. En el colegio me gustaba actuar, pero pensé que esa iba a ser una actividad paralela a la carrera que estudié y nunca ejercí: técnico bilingüe en negocios de comercio y producción. También seguí comunicación audiovisual, pero no acabé. Yo iba a ser muy feliz si solo hacía una obra al año. Quizá me sirvió, y hasta ahora, concentrarme en el presente. Me enfocaba en el proyecto en el que estaba. No tenía un plan, aunque suene raro. Pero mi nombre comenzó a pasarse la voz y ya no paré.
¿Por qué es especial el teatro en comparación con el cine o la TV?
Me encanta que las cosas sucedan en vivo. Disfruto del cine también, pero se graba de 7 a.m. a 7 p.m. y a veces no hay orden en las escenas. En el teatro tu función comienza a las 4 p.m. o a las 8 p.m. y nada te puede parar. No hay toma 2, no hay “retomamos”, nada. Ese lapso ininterrumpido me permite estar presente. Es difícil, hasta como ser humano, vivir el momento, pero hay que intentarlo. El teatro me encanta porque me permite estar presente.
¿Cómo surge la oportunidad de dirigir “Los caracoles”?
Cuando estudiaba dirigía mis cortos, mis documentales. Luego me enamoró la actuación, pero el sueño de la dirección estaba ahí. La cabeza de La Ira Producciones sabía de estas ganas mías y me propuso buscar una comedia con pocos actores para que yo la dirigiese. Él creía que estaba preparado, pero que no me mandaba por nervios e inseguridades. Yo había leído “Los caracoles” cuando salió la edición de obras de teatro completa de Julio Ramón Ribeyro en el 2017, así regresé a ella y tomé el reto.
Son cinco actores que hacen varios personajes.
Sí, me encanta que pueda evidenciarse la destreza de los actores. También las obras en que con pocos se hace mucho.
Es una trama vigente, además.
Sí. No quisiera ‘spoilear’, pero es vigente porque aborda el que muchas veces estas grandes empresas, que representan capitalismos salvajes y extremos, están dispuestas a pisotear en pro de conseguir ganancias. Sobre todo a los más vulnerables e indefensos. Eso lo escribió Ribeyro en 1964, pero puede suceder perfectamente hoy. A mí me encanta de la obra el que sea una farsa con una crítica social muy aguda, es una comedia con propósito. Y los personajes son entrañables. Estoy feliz. //
“Los Caracoles” de Julio Ramón Ribeyro, dirigida por Manuel Gold, que contará con las actuaciones de Miguel Iza, Jely Reátegui, Renato Rueda, Sebastián Monteghirfo y Gisela Ponce de León.
Manuel Gold nació en Lima en 1985. Además de seguir estudios ajenos al mundo del arte, ingresó al Instituto Toulouse Lautrec para cursar Comunicación Audiovisual. Asimismo, se formó en el Taller de Formación Actoral de Roberto Ángeles.
Ha participado de 45 montajes teatrales, entre ellos: “La reina de belleza de Leenane”, “A ver un aplauso”, “Los 39 escalones”, “Astronautas”, “Bull”, “Volpone”, “¿Sueldo bajo?”, “¡No hay que pagar!”, “Peter Pan”, “Sueños de un seductor”, “Fragmentos”, “Los Perros”, “Falsarios”, “Los número seis”, “Toc toc” y “Velas de cumpleaños”.
Ha actuado en nueve películas dentro de las que se cuentan: “Como en el cine”, “La luz en el cerro”, “El vientre”, “NN” y “El soñador”. Es muy recordada, además, su participación en la serie web “Los cinéfilos” y en las series de televisión “Los del Solar”, “Graffiti” y “Somos family”.
Fue conductor de los programas de TV “Polizontes”, “Cortos IPE”, “¿Por qué somos así?” y “Generación bicentenario”.