MDN
FOTO: Luis Miranda
Luis Miranda

Viajamos durante dos horas hasta Mala, al sur de Lima, junto a su hija Trilce porque quería hacerse las fotos en el lugar donde pasó épocas imborrables junto a su difunta esposa. Durante el trayecto repasamos parte de su trayectoria musical. Sus discos Saqra y Guitarra indígena, sobre todo, producto de sus investigaciones y recopilaciones por el mundo andino. YouTube iba desgranando los temas en la pantalla del auto.

El virtuoso guitarrista que sabe invocar las tragedias y alegrías del Perú con su estilo barroco y enérgico dice que –a pesar de haber construido una obra extensa– el público siempre le pide los huainitos más sencillos: Expreso Puquio, por ejemplo, ese tema en quechua que habla del joven andino que abandona el terruño entre lágrimas para dirigirse a la gran ciudad, donde sabe que lo espera un futuro incierto.

fue también ese joven cuando llegó a Lima para estudiar. Cuando cerró la universidad por problemas políticos, el destino lo llevó al teatro bajo la dirección de Vidal Luna. En la obra necesitaban también un guitarrista y ya había debutado como tal en una radio de su tierra, Puquio, Ayacucho, donde aprendió a tocar las cuerdas de tanto observar a su familia llena de músicos de genio.

Después de ese rol como actor y guitarrista, integró un grupo de música tropical. Hasta que supo que lo suyo era la guitarra acústica. No fue fácil abrirse un camino pero su curiosidad de antropólogo y su virtuosismo fueron sus mejores cartas de presentación. Cuando era muy joven, le dio a Atahualpa Yupanqui su primer casete con la esperanza de que lo escuchase. Después supo que el gigante tucumano había comentado que ese trabajo era lo mejor que conoció en el Perú.

Antes de llegar a Mala pasamos por León Dormido y Bujama y la nostalgia le llena la mirada. El maestro se pone su poncho de vicuña y empieza a tocar al borde de un camino rural. No estamos en Puquio pero su música llena el paisaje. Los grandes artistas como tienen ese poder. Transforman las melodías en memorias que sobrecogen el corazón. //



Contenido Sugerido

Contenido GEC