Muchos años antes de convertirse en la popular “Miss Cupcakes”, Paloma Casanave era esa niña inquieta y creativa del salón a la que le costaba integrarse a la rigidez del sistema escolar. Concentrarse y aprender de la manera en la que se suele aprender en las aulas no era lo suyo y eso se veía reflejado en sus notas. No eran buenos tiempos, cuenta, pero tardó 38 años en encontrar una respuesta: el año pasado le diagnosticaron Trastorno de Déficit de Atención y mucho de lo que vivió en esa etapa ahora cobra sentido.
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Pese a los retos de su condición, Paloma progresó y eventualmente triunfó: fue a la universidad a estudiar derecho, aunque luego se cambió a psicología y a mitad de carrera, obligada por la necesidad de encontrar un ingreso extra para poder sobrevivir y ayudar a sus padres, dio con una fórmula: hornear cupcakes o “mini tortas” como ella también las llamaba. Las hacía con el poco tiempo libre que tenía, de noche y de madrugada en la cocina de sus papás, y los ofertaba por su Facebook. Al poco tiempo, su nombre fue haciéndose conocido como sinónimo de buen sabor y calidad. Había nacido “Miss Cupcakes”.
“La gente empezó a comentar, a pasarse la voz y la verdad me ayudó mucho. Los cupcakes me cambiaron la vida porque siempre había sido la última en todo y acá encontré algo en lo que era buena, y por lo que recibía buenos comentarios”, cuenta Casanave, en conversación por Zoom, cuando se le pide rememorar sobre sus inicios. “Si le preguntas a la Paloma del 2008 te diría que de ninguna manera se imaginaría que su vida iba a estar ligada a la cocina”, cuenta, aunque reconoce que en su familia son de los que aplauden cuando sale un postre a la mesa.
Ahora, que tiene un negocio consolidado y con un equipo de doce personas por liderar, Casanave advierte que no se imagina trabajando en una empresa burocrática, en la que no pueda crear su propio camino. “Tener un emprendimiento te hace madurar más rápido y te da un centro a pesar de que tu naturaleza pueda ser dispersa y desordenada. Yo voy super contenta al trabajo. Me gusta juntarme con el equipo y planear qué acciones vamos a hacer a futuro. Es lo que más disfruto de todo”.
Paloma es la nueva ponente de la serie Master Class, la serie en video de El Comercio, con apoyo del Banco de Crédito del Perú y su programa Contigo Emprendedor. En su décimo y último capítulo, la emprendedora peruana comparte su valiosa experiencia en el rubro de los dulces, y relata todo lo que tuvo que luchar, incluso consigo misma, para imponer su visión y lograr abrir un nicho que no había sido muy transitado. “Antes el referente más cercano que se tenía de un cupcake en el Perú era los kekitos de bodega, que no son lo mismo”, anota. En su charla, Paloma ofrece además consejos de emprendimiento y habla sobre la importancia de la presentación a la hora de empaquetar un producto. //
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