Hace más de sesenta años, la novela gráfica emergió como un formato narrativo revolucionario, cuyas raíces se entrelazan con los cómics e historietas, si bien su alcance supera con creces estas categorías. Alejándose del mero entretenimiento infantil, las novelas gráficas de mayor calado han demostrado una madurez narrativa excepcional, revelando versatilidad al abordar cuestiones complejas en apenas unos trazos. Es un medio ideal para destilar una gama de ideas en una única entrega o volumen. Y algunas de estas obras plasman situaciones inéditas o fragmentos de la vida de figuras prominentes en la cultura, presentadas en viñetas que se imponen por su calidad notable.
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Esto último lo vimos en la pasada Feria Internacional del Libro de Lima. Entre la oferta cada vez más creciente de cómics importados de superhéroes y mangas japoneses, se podía encontrar algunas narraciones gráficas peruanas de otro lote. Una de ellas es “Ribeyro, una vida (El cómic)”, con guion de Jorge Coaguila e ilustraciones de Víctor Aguilar. Como su nombre lo deja en claro, se trata de una exploración en la vida del gran cuentista peruano Julio Ramón Ribeyro.
Aguilar, reconocido ilustrador de esta Casa, ha publicado varios cuentos infantiles en el pasado, pero asegura que esta es su primera novela gráfica y, por lo mismo, es motivo de gran orgullo por estos días. “Cuando estaba en el colegio leí ‘Los gallinazos sin plumas’ y me impactaron esos personajes urbanos tan realistas. Terminé leyendo todo el libro y no solo el cuento que nos habían dejado de tarea. Fue todo un descubrimiento para mí”, recuerda Aguilar sobre su primer contacto con la obra ribeyriana, llena de personajes entrañables y finales tragicómicos.
Crear un libro de esta naturaleza implica una investigación exhaustiva en las vidas de los protagonistas, al punto que no resulta extraño ver a los ilustradores sumergidos en biografías y libros relacionados con aquellos que están retratando. Otro aspecto crucial radica en la documentación gráfica, que conlleva la búsqueda de todas las imáge disponibles de los retratados, con el fin de capturar gestos, rasgos característicos e incluso su estilo de vestimenta. “Afortunadamente, en este caso, tuve la ventaja de trabajar con Jorge, quien dispone de un amplio material fotográfico de Ribeyro”, apunta Víctor.
Otra novela gráfica que destaca es “En París con aguacero”, obra del ilustrador y diseñador gráfico José Carlos Chihuán. Este trabajo relata episodios significativos de la vida del poeta César Vallejo y se gestó en colaboración con su padre, Jaime Chihuán Gálvez, quien ha editado varios libros del poeta norteño bajo el sello editorial Sinco. La trama de la novela de Chihuán no se limita a una mera biografía lineal. Cuenta la historia de una chica francesa que aprende a apreciar al autor de los “Heraldos negros” y hasta conversa con él.
“El reto más importante para mí fue dar vida a la idea de situar a Vallejo en el siglo XXI, donde surge como una suerte de fantasma que guía el camino académico y literario de Pauline, la coprotagonista. Estas dos historias paralelas se entrelazan a través del uso de distintas paletas de colores”, revela el artista, quien reside en Francia, en la ciudad de Angulema, reconocida como la capital de la historieta en dicho país.
Desde 2019, existe el Concurso Nacional de Narrativa Gráfica, organizado por la Casa de la Literatura Peruana, la Alianza Francesa, la Embajada de Francia y el Ministerio de Cultura. En sus cuatro ediciones (la quinta cierra en noviembre) este certamen, que además tiene una importante parte de taller, ha presentado ya algunas novelas gráficas como “Duque”, adaptación del libro de 1934 del escritor peruano José Diez Canseco, en la que se retrata la vida de los sectores acomodados de Lima, su hipocresía y costumbres.
Las autoras de la versión gráfica son las hermanas Jessica y Fiorella Quispe Tenorio. Aseguran que “Duque” las cautivó por lo innovador y revelador que es. “Diez Canseco fue parte de la clase alta limeña, así que a pesar de que es ficción, el lenguaje, las costumbres y dinámicas son muy reales. La decadencia moral también”. Su “Duque” y otras ganadoras del concurso, pueden leerse ahora mismo, gratis, en la pestaña de publicaciones de la web de la Casa de la Literatura. //
Algunas novelas gráficas recientes:
Ribeyro: Una vida (El cómic), de Víctor Aguilar y Jorge Coaguila
Esta obra de 2023 podría considerarse como el complemento visual del monumental estudio de Coaguila sobre Julio Ramón Ribeyro, un trabajo que abarca más de 600 páginas y que lleva por título “Ribeyro, una vida”. En contraposición, este libro se perfila como una biografía ilustrada, ejecutada con sumo respeto y afecto, y que posiblemente resulta más asequible para aquellos lectores impacientes.
En París con Aguacero, de JoseCarlos Chihuán y Jaime Chihuán
Pauline es una joven parisina a quien un día, como parte de su asignatura universitaria, se le encomienda la tarea de analizar la obra del poeta César Vallejo. A medida que Pauline desentraña la profundidad artística del autor de “Trilce”, nos convertimos en testigos de la singular relación que establece con un desconocido en el parque, quien posee un amplio conocimiento sobre la obra del poeta peruano.
“Duque”, de Fiorella y Jessica Quispe Tenorio
En “Duque”, de José Diez Canseco, se plasman de manera gráfica las vidas y costumbres de las clases altas de Lima en la década de los años veinte. A través del protagonista Teddy Cronwnshield, podemos observar una Lima de modernidad cuestionable, donde la doble moral prevalece. Esta obra fue seleccionada como ganadora en el tercer Concurso Nacional de Narrativa Gráfica, llevado a cabo el año pasado.
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