Era finales de 2016 cuando los guionistas María Luisa y Eduardo Adrianzén fueron a la oficina de Hugo Coya, entonces presidente ejecutivo del Instituto de Radio y Televisión del Perú (IRTP), para contarle sobre un proyecto singular: una ficción sobre la Independencia desde la mirada de los ciudadanos de a pie. El precedente, admiten los hermanos, fue Nuestra historia (2015), que cuenta la historia de cinco familias peruanas y los sucesos que se vivieron entre las décadas de 1970 y 2000. Una vez que tuvieron luz verde, se pusieron manos a la obra. El resultado fue “El último bastión”, la primera serie peruana que ahora está en Netflix.
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