En el principio eran cuatro, el número perfecto para los griegos, como las estaciones de la naturaleza, los puntos cardinales o las fases de la Luna. Los cuatro de Liverpool, John, Paul, George y Ringo, cuando estaban juntos, eran más que adolescentes de clase trabajadora con sueños de grandeza. A fuerza de tocar en antros en sus inicios, esquivando vasos y escupitajos en bares de mala muerte y hasta durmiendo en un mismo colchón, se convirtieron en una unidad: The Beatles, la banda que cautivó a millones y marcó el siglo XX. De aquella magia que empezó a esparcirse en los años sesenta, y que el tiempo no ha conseguido apagar, solo nos quedan dos representantes.
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Fallecidos los guitarristas y cantantes John Lennon (1980) y George Harrison (2001), subsisten aún la base rítmica del grupo. Y siguen en actividad. El baterista Ringo Starr (84) alista un disco de música country para el 2025, mientras que el bajista Paul McCartney es un huracán de vitalidad que no parece menguar ni porque ha cumplido 82 años. Sobre sus hombros recae el peso de esparcir el evangelio musical de los Beatles. Y esa es una tarea sin descanso.
Desde sus tiempos con The Beatles, ya se podía prever que Paul McCartney prevalecería largos años en el negocio. Era una cuestión de solidez mental, de estar un poco mejor preparado que los demás. Además de sus habilidades musicales, destacaba su gran sentido de la responsabilidad. Aunque no fue ajeno al consumo de sustancias psicotrópicas y lisérgicas, como sus compañeros, logró no extraviarse en el camino y mantuvo su rol de motor del grupo, especialmente después de la muerte de Brian Epstein, el mánager de los Beatles, en 1967.
“Paul impulsaba al grupo a trabajar, a levantarse temprano para ir al estudio. Siempre tenía nuevos proyectos en mente. Era muy impetuoso, lo que hoy llamarían un ‘workaholic’. A veces, Lennon frenaba un poco ese ímpetu y equilibraba la situación cuando Paul se volvía demasiado dominante, pero también lo motivaba a seguir creciendo”, comenta el músico Robert Grandez, de Dirty Soul, la banda peruana tributo a los Beatles que llegó a tocar en la legendaria Caverna de Liverpool.
EL MOZART DE LA MÚSICA POP
McCartney tenía 15 años cuando conoció a un John Lennon de 16, durante un concierto de The Quarrymen, la banda del futuro autor de “Imagine”. Desde ese primer encuentro en una iglesia de Liverpool, quedó claro que Lennon era el líder natural del grupo, pero Paul sería el más articulado a la hora de hacer música. Desde el saque se dio cuenta de que John estaba tocando con una guitarra desafinada y se lo hizo saber. Dos semanas después de esto, fue invitado a unirse al grupo.
Los futuros Beatles iniciaron su viaje musical tocando covers, pero incluso desde el principio estaban convencidos de que, para destacar, debían componer sus propias canciones. Es una idea que hoy parece obvia, pero en esa época era muy inusual. En aquel entonces, las disqueras solían elegir qué canciones debían interpretar los grupos, pero ellos querían ser diferentes. Además, comprendieron rápidamente que la composición era el verdadero negocio en la industria.
Esa capacidad precoz para entender el funcionamiento del negocio les permitió evitar ser controlados por empresarios y ser los únicos responsables del destino de sus carreras. McCartney también destacó desde joven por incursionar en otros campos artísticos, como la experimentación con la tecnología, una misión que no ha descuidado hasta hoy. Prueba de ello es “Now and Then”, el single de los Beatles lanzado este año, culminado gracias a la inteligencia artificial.
Para Carlos Larriega, conductor del programa “Mundo Beatle”, de EGB Radio, Argentina, y responsable del blog del mismo nombre, la vigencia de Paul se explica, además del catálogo de canciones de más de seis décadas que tiene a sus espaldas, por su habilidad para innovar y adecuarse a los tiempos. “También hay que apuntar su experiencia en promocionarse en los medios y en los diferentes campos que ha incursionado aparte de la música [fotografía, pintura, libros infantiles, sus labores benéficas, su campaña para convertir a la gente en vegetariana, etc.]. Además, sus conciertos están diseñados para explotar la nostalgia de los fans y público de diferentes generaciones con un setlist atractivo y con sorpresas en cada show”.
Un último factor que podría explicar la vigencia de McCartney podría llamarse simplemente “carisma” o “ángel”. Los Beatles lo demostraron cuando pisaron Estados Unidos por primera vez en 1964 y ofrecieron una conferencia de prensa cargada de humor, que conquistó incluso a sus detractores. Periodistas veteranos y un tanto escépticos, que habían acudido con la intención de desacreditar a la sensación adolescente, terminaron riendo junto a ellos. McCartney lo llama ser una persona “con los pies en la tierra”. Por eso nunca envió a sus hijos a colegios de élite, prefiriendo confiárselos a la educación pública. “Me gusta la gente común y corriente. Vengo de una familia obrera, y esa es la gente que me gusta, que puede conversar con el cartero, el lechero”, dijo alguna vez.
Paul McCartney se prepara para dar un nuevo show en el Perú, marcando su tercera presentación en el país. Curiosamente, la primera vez que se anunció su llegada fue en los años sesenta, en una noticia falsa que se coló en las páginas de espectáculos. Se afirmaba que los Beatles cobrarían casi medio millón de dólares por una gira de diez presentaciones en el país y que el contrato estaba casi cerrado. Lo cierto es que los Beatles, quienes se separaron en 1970, nunca pisaron Sudamérica ni tuvieron la intención de hacerlo.
Hubo que esperar hasta el año 2011, cuando el legendario empresario Jorge Fernández anunció la llegada del Beatle al Perú, como si fuera la ballena blanca que había estado tratando de atrapar toda su vida. La primera visita de McCartney, en el estadio Monumental, fue inolvidable. “Esa primera vez, Paul estuvo completamente accesible, como pasa cuando visita una ciudad por primera vez. Los fans pudieron verlo en el aeropuerto, en el hotel. Incluso se paseó en bicicleta por Lima”, recuerda Carlos Larriega, de “Mundo Beatle”.
En su segunda visita, en 2014, trascendió que el bajista llegaba con un séquito de más de 100 personas, lo que obligaba a la producción a preparar más de 400 platos al día, todos vegetarianos, dado que esa es la elección del músico en todas sus giras. En esa ocasión, McCartney no se dejó ver. Han pasado diez años desde entonces, y no se sabe qué ocurrirá en esta tercera visita, que, como muchos de sus fans especulan, podría ser la última debido a su avanzada edad. Aunque Macca parezca incombustible, hay momentos en los que los años se sienten, especialmente en canciones vocalmente complejas como “Maybe I’m Amazed”. Aun así, el cántico colectivo seguramente compensará este domingo en el Estadio Nacional, apoyándolo con la misma devoción de siempre. //
Consejos para disfrutar seguro el show
En Perú, los eventos masivos, como el concierto de Paul McCartney, están obligados a contar con un Seguro de Responsabilidad Civil. Según Eduardo Chávez de Piérola, Gerente Legal de la Asociación Peruana de Empresas de Seguros (APESEG), este seguro es indispensable para los organizadores y cubre cualquier reclamación de los asistentes en caso de accidentes durante el evento. Este seguro garantiza que los afectados reciban asistencia o una compensación por los daños, siempre que el incidente sea responsabilidad del organizador. Cubre tanto lesiones personales como daños materiales, como los ocasionados por caídas debido a un mal estado del suelo o fallas en tribunas, estructuras, juegos de luces y equipos de sonido..
Llega temprano y ubica las salidas de emergencia: Es importante para evitar aglomeraciones y estar preparado ante cualquier imprevisto.
Cuida tus pertenencias: Lleva solo lo necesario y mantén tus objetos personales seguros, debido a la gran cantidad de personas.
Planifica el transporte con antelación: La salida del evento puede ser caótica, por lo que es recomendable organizar el transporte con tiempo.
Sigue las indicaciones del personal de seguridad: Respetar las normas y protocolos es clave para un evento sin complicaciones.
Hidratate y consume alcohol con moderación: Mantenerse hidratado es esencial, y el consumo responsable de alcohol ayuda a evitar accidentes que no estarán cubiertos por el seguro si ocurren por excesos.
Las negociaciones para traer de vuelta a Paul McCartney y su gira Got Back Tour tomaron casi un año, según César Ramos, gerente general de Master Live, la empresa encargada de su regreso. Se trata de shows de casi tres horas de duración, en los que el músico puede tocar hasta 37 canciones, tanto de sus exbandas, The Beatles y Wings, como de su carrera solista. En el setlist figuran temas como “A Hard Day’s Night”, “Hey, Jude”, “Live and Let Die”, “Ob-La-Di, Ob-La-Da”, entre otros. También interpretará la nueva canción “Now and Then”, aparecida este año.
BOB DYLAN
¿Qué más se puede decir de un músico de 83 años que ha estado de gira casi ininterrumpidamente desde 1988, con ocasionales paradas como la de la pandemia? La famosa The Never Ending Tour (la gira interminable) se sigue paseando por el mundo aunque sus shows no suelen tener pirotecnia ni artificios; él prefiere que su música hable por sí misma.
BRUCE SPRINGSTEEN
El músico de New Jersey tiene 75 años y está embarcado actualmente en una gira, con shows que pueden sobrepasar las tres horas de duración y en los que regala hasta 30 canciones de su repertorio. Su vitalidad es tal que hasta se lanza al público para que lo abracen. En su biografía “Nacido para correr” (2017), el músico confesó que esos shows extensos y agotadores son su forma de combatir su depresión crónica.
THE ROLLING STONES
La edad combinada de los Rolling Stones sobrevivientes es 237: Mick Jagger, Keith Richards y Ron Wood. Entre abril y julio estuvieron de gira, presentando su nuevo disco “Hackney Diamonds”. Parte de la vitalidad que exhibe su cantante, Mick Jagger, se debe a su riguroso régimen dietético y de ejercicios, propio de un atleta. Esto le permite correr y cantar como si fuera un adolescente, y no un hombre de 81 años.