Una Lima apacible y deshabitada. Una ciudad sin los casi 2 millones de vehículos que hoy invaden sus calles. Una urbe de apenas 100 mil habitantes. En realidad, casi un pueblo. La exposición “Lima, 1863” nos presentó hasta finales del año pasado 20 impactantes fotografías de la Lima de hace más de 150 años, que se mantienen en perfecto estado, considerando que no sólo han sobrevivido al tiempo, sino a complicados momentos de nuestra historia, como el Combate del 2 de Mayo (1866), la guerra con Chile (1879-1883), diferentes terremotos y, quizás el enemigo más letal, la humedad. Estamos ante los testimonios más antiguos que tenemos registrados de la ciudad, en muy buen estado de conservación y con muy buena calidad fotográfica.
La muestra fotográfica es parte de la colección de más de siete mil piezas –entre las que podemos encontrar fotografías, grabados, libros, revistas, postales, fotopostales, periódicos, carteles, avisos publicitarios, y planos de lima antiquísimos- que pertenecen a Vladimir Velásquez, coleccionista y amante de la Lima que fuimos (aunque no la conoció) y creador de Lima Antigua, un proyecto dedicado a la difusión de fotos y otros documentos que nos pueden ayudar a entender lo que somos a partir de lo que fuimos. Esas mas de siete mil piezas pertenecen a un espacio temporal entre el siglo XVIII y la segunda mitad del siglo XX.
De acuerdo a las investigaciones que hizo Velásquez, junto a al investigador de la fotografía peruana José Cerna Sabogal, las 20 imágenes que se exponen gratuitamente en el Centro Cultural Inca Garcilaso (Jirón Ucayali 391, Cercado de Lima) habrían sido tomadas por el fotógrafo norteamericano Villroy Richardson, quien llega a nuestro país a mediados del siglo XIX, contratado para trabajar como operario e iluminador en el estudio de Benjamín Pease en Lima. Luego iría a trabajar al estudio “E. Garreaud y cía”. En abril de 1862, abre su estudio “Fotografía Americana” primero en la calle Mercaderes y luego en Espaderos 243, y finalmente en Plateros de San Pedro 26.
“Decido hacer esta selección de fotografías ya que, en este caso, se trataría de los testimonios más antiguos que tenemos registrados de la ciudad de Lima”, dice Vladimir Velásquez, quien comenzó a juntar su colección hace diez años, cuando se encuentra por primera vez con una vieja revista Variedades.
“A partir de buscar, por un interés personal, el origen de la primera historieta peruana con globos (de diálogo), me encontré con la revista Variedades y ella me llenó los ojos con todo lo que ofrecía: caricaturas, avisos publicitarios, fotos antiguas de Lima, relatos científicos, fantásticos, entre otros detalles. Y buscando dentro de su primera temporada, del año 1908 a 1932, pues encontré en el año 1922 que aparecía por primera vez una historieta peruana (con claras influencias norteamericanas en su trazo), con globo de diálogo. Se llamaba El Comisario Ted Micky, y el dibujante, Gustavo Lama. Listo, curiosidad resuelta, pero ya había quedado atrapado por todo lo que había visto y decidí comenzar a conseguir este tipo de cosas. Y bueno, aquí me tienes: sigo buscando y rescatando estos testimonios gráficos de la ciudad”, comenta Velásquez.