Emojis.
Emojis.
Vanessa Cruzado Alvarez

Propongo hacer un pequeño ejercicio: Revisa el último chat en Messenger o WhatsApp y mira si empleaste algún emoji, sticker o gif. No importa la cantidad, solo evalúa en qué momento de la conversación usaste alguno de ellos. ¿Fue cuando querías reforzar una idea? O, lo más probable, cuando pensaste que estas herramientas digitales expresaban mejor lo que tenías en mente -y sí que lo hacen. Estos resultados nos llevaron a reflexionar y preguntarnos, a propósito del , ¿cómo se comunican los a amigos en redes sociales? ¿Es algo generacional? ¿Qué dice eso de nosotros?

El uso de estas herramientas digitales, hoy en día, es extraordinario. Y va en aumento. Esto provocó que la Real Academia Española (RAE) incluya en su manual de estilo gramatical a los emojis y los memes. Aunque no debe causar asombro. “Las lenguas no son fenómenos estáticos, son fenómenos variables en tiempo y en espacio”, explica Roberto Brañez, lingüista y docente en la Universidad Antonio Ruiz de Montoya (UARM). “Lo que hace Internet", agrega, "es prestar herramientas de comunicación, de interacción social y lingüística para poder recrear la comunicación cara a cara”.

Y las compañías están conscientes de ello. Esto se refleja en cada actualización de WhatsApp, Facebook o Instagram en la que habilitan más pegatinas y animaciones para comunicar más en un mínimo -o nulo- de palabras. Aunque pareciera que los motivos están estrictamente relacionados a lo comercial, hay una base lingüística de fondo. Algunos autores -incluido el especialista- hablan de compensaciones.

La comunicación virtual, explica Brañez, es un contexto que muchas veces cancela algunas características propias de la comunicación cara a cara. Entonces, lo que se hace en medios digitales es compensar estas ausencias a través de lo que la web ofrece. "Si WhatsApp ofrece emoticones, si ofrece utilizar mayúsculas, ahora te ofrece cursiva, negritas, stickers y todo lo demás", señala. 

Apliquemos, ahora, estos conceptos a la práctica: una salida al cine con amigos. Si haces la invitación, cara a cara, y la persona se queda callada, probablemente sea un no. Si la propuesta es por WhatsApp y te dejan en visto, el resultado es el mismo. "Ahí lo que vemos son estrategias de compensación, uno se está valiendo de las herramientas que te ofrece la web para poder reproducir lo del espacio cara a cara", comenta Roberto.

Otra punto importante dentro del ejercicio propuesto al inicio de esta nota es la edad. De hecho, una de las interrogantes era determinar si su uso era generacional, así que hice la prueba con mis compañeros de trabajo, todos de distintas edades y el resultado puede ser sorprendente para algunos: no todos los "nativos digitales" utilizan estas herramientas. Los "migrantes digitales", por otro lado, están maravillados. Algunos, por supuesto, prefieren lo clásico. "No necesariamente una persona que tiene 20 años va a ser alfabeta digital", argumenta el especialista. "Puedes serlo o no en la medida que te has familiarizado con el mundo digital y con, mejor dicho, los mundos digitales", detalla.

Tanto a Roberto, como a quien escribe la nota y -tal vez- a quien la lee, nos ocurre: cuando chateamos con nuestros padres no están necesariamente familiarizados con estas herramientas digitales. Es como regalarle un atari a un adolescente. Todo depende del contexto. La invitación está dada. 

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