Kimberly García, nuestra campeona mundial de marcha atlética, pisa fuerte cuando está en competencia, pero también cuando habla de los distintos problemas con los que tienen que lidiar los deportistas peruanos. Horas después de aterrizar en Lima tras su notable participación en los Juegos Panamericanos de Santiago, donde obtuvo una medalla de oro y otra de plata, en las pruebas de 20 kilómetros y relevos mixtos, la atleta huancaína conversó con Somos y expresó su malestar por el poco apoyo que reciben. “Si bien es cierto que nos dan un estipendio mensual, este no es suficiente para el nivel que queremos alcanzar”, nos cuenta. “He podido seguir las competencias de mis compañeros y me llena de orgullo ver que pudimos traer 32 medallas. Sin embargo, esto es algo que se pudo lograr, principalmente, gracias a sus esfuerzos personales”.
Kimberly cierra un buen año deportivo, a pesar de no haber podido reeditar su título mundial en agosto pasado, cuando quedó en segundo lugar. “Mis expectativas para toda competencia siempre son altas. Lo que pasó en el Mundial de este año fue puramente psicológico. Hace tiempo no me pasaba que no podía controlar los nervios. Me sentía demasiado presionada conmigo misma. Trabajar la parte mental es superimportante, así como la física. Y eso es algo en lo que también me estoy enfocando”. La marchista nacional es consciente de que su principal rival que vencer es ella misma. Es algo que suele pasar cuando eres la mejor de todas.
Por lo pronto, los siguientes días se tomará un descanso en compañía de su familia en su natal Huancayo. Luego de las fiestas de fin de año, tiene planeado viajar a la ciudad de Cuenca, en Ecuador, donde reside su entrenador, para delinear su programa de entrenamiento que tiene como meta llegar en la mejor forma a los Juegos Olímpicos de París 2024. “Mi objetivo es conseguir una medalla de oro. Sé que lo puedo hacer. Tengo las condiciones para lograrlo”. Lo que pase después de París aún es incierto para Kimberly. La deportista nacional, de 30 años, ha manifestado que, luego de su participación en los próximos Juegos Olímpicos, analizará si continuará o no en la alta competencia. Su decisión tendría que ver con lo que mencionaba líneas arriba: el poco o casi nulo apoyo hacia el deportista peruano. “Para que las cosas cambien, se tendría que crear un ministerio del deporte. Solo así podremos tener mejores recursos. Pero hasta que eso pase, se tiene que reestructurar el IPD”, concluye. (Jorge Chávez)
“El deporte en el Perú está creciendo muchísimo. Creo que los Panamericanos son la oportunidad para que la gente se dé cuenta de que hay nuevas promesas dándolo todo por el país”, dice Mesinas a días de su llegada de Santiago 2023, donde se coronó bicampeón panamericano en surf shortboard. Su logro es particular, pues, el peruano compitió con una tabla que no era la suya. “No tenía una tabla para el mar que estaba tan grande. Mi instinto me decía que debía usar otra”, recuerda. “Un compañero argentino me prestó la suya y simplemente fui con todo al mar. Surfeé como si fuera mi tabla”, agrega. Le funcionó muy bien en semifinales y repitió la proeza en la final. Para Mesinas, el surf es un estilo de vida del que se enamoró cuando tenía siete años. “La sensación es única. Te metes al mar y te olvidas de todo. Hasta que pueda, lo seguiré haciendo”, defiende. (Celeste Pérez)
“Me sentí ganadora cuando faltaban 50 metros para la llegada”, dice Luz Mery Rojas a Somos, quien consiguió el oro en la categoría de 10 mil metros planos. La atleta recuerda que, para abrazar el triunfo, tuvo que prepararse física y mentalmente por meses. Al día, entrenaba entre cuatro y cinco horas, de lunes a domingo en intervalos por la mañana y la noche. Todo eso, por mérito propio. “Muchos atletas venimos de familias de bajos recursos. Pero eso no nos detiene”, expresa. “Para soñar con los Juegos Olímpicos, es necesario que las empresas privadas se sumen al proyecto, el talento está demostrado”, sostiene, con la esperanza de que no vuelva a ocurrir un episodio como el que vivió en 2021, cuando, tras una lesión en la rodilla, la federación le quitó el apoyo. “Tuve que parar por ocho meses. Al no recuperarme, me quitaron el apoyo y no tenía cómo sostenerme”, recuerda. “A pesar de eso, salí adelante por mi familia, con la motivación de ver a mi hijo feliz”, concluye, añorando que en el futuro el panorama sea más alentador. (Celeste Pérez)
El mar de Punta de Lobos, en Pichilemu, desafió por primera vez a Mafer Reyes. La princesa de las olas tuvo que exigirse a sí misma para obtener la medalla de oro. “Cada playa es un reto diferente. Pero en Pichilemu, el mar era muy grande, más de los tres metros y medio que eran un límite para mí. Tuve que romper con ese miedo y agarrar las olas sin que me jalase la corriente”, comenta. Cuando las olas parecían darle la contra y resultaba imposible perder la marcación de sus competidoras, Reyes se concentró al máximo y apareció una posibilidad: “Fue de esas oportunidades que solo llegan una vez en la vida y tienes que tomarlas”, defiende. A pesar de ser una de las figuras más prometedoras del surf peruano, Reyes se mantiene con los pies en la tierra y atesora sus inicios en la playa miraflorina de Makaha, donde aprendió a ser una con el mar mientras su mamá vendía raspadillas. “Sin todas las personas y marcas que apuestan por mí no estaría donde estoy. Nissan es una de ellas, que me ha permitido asistir a todos mis entrenamientos e incluso desplazarme en Pichilemu con tranquilidad en toda la competencia”, agrega. (Celeste Pérez)
Cuando estaba en el colegio, Cristhian Pacheco sacaba 10 en Educación Física. Se rehusaba a correr, recuerda, prefería como muchos ir a cabinas de Internet a jugar algún videojuego. Fue su hermano el que, a regañadientes, lo hizo cambiar de parecer. “Raúl Pacheco, mi hermano y hoy entrenador, fue quien me sacó de la computadora y me llevó a correr”, comenta con nostalgia el deportista élite de Nike. Poco a poco, iría agarrándole el gusto y pronto destacaría como una de las promesas del atletismo peruano. En Santiago 2023, él se convertiría en la flamante figura que rompió el medallero para el Perú. La primera presea de oro. A pesar del triunfo, la llegada de Pacheco a la línea de meta fue agridulce. “Nadie me esperaba”, comenta, llamando a la reflexión para que más peruanos, autoridades y empresas privadas lleven su mirada a esos talentos que tienen otras disciplinas más allá del deporte rey. “Les agradezco a los peruanos que siguen mi camino. Y les digo también que no todo es fútbol, que hay otros deportes que dejan en alto al país y merecen atención, como el atletismo”, apunta. (Celeste Pérez)
Caterina Romero empezó a practicar vela hace dos décadas. Tenía ocho años cuando el deporte que había conquistado a su hermano mayor también la cautivó. “Al principio, solo lo vi como una actividad de verano. Luego, mi mamá me dijo que si me metía a la academia debía tomarlo con más seriedad, y así fue que ingresé al equipo de mi club”, comenta. Su clasificación a distintos campeonatos locales le hacían reafirmar el talento que tenía. Lo más difícil, precisa, es aprender a leer las condiciones del lugar, adaptarse a la corriente y crear soluciones para las dificultades que puedan surgir. “Además del físico, considero importante cómo llegas a una competencia anímicamente. Saber cómo mantenerte motivado es crucial”, suma la atleta de 28 años. Su paso por Valparaíso ha sido inolvidable, y no solo por el hecho de que logró una medalla de oro, sino también porque confiesa haberse sentido local en la bahía de Algarrobo. “La delegación nos hacía tanta barra que, a pesar de ser visita, parecíamos locales. Cantar el himno nacional en Chile fue emocionante”, concluye. (Celeste Pérez)
Hijo ilustre de Huanchaco, ‘Piccolo’ Clemente puede decir que ha conquistado los mares que están al sur del Perú. Lo hizo en la última edición de los Juegos Panamericanos de Santiago, en Punta de Lobos, un espacio natural que se caracteriza por sus frías aguas y olas que oscilan entre los ocho y diez metros de altura. “El mar era similar al de Chicama y Pacasmayo en invierno. No tuve mayores inconvenientes en hacer las maniobras”, dice ‘Piccolo’ con la seguridad de quien es cuatro veces campeón mundial y bicampeón panamericano. El deportista peruano destaca la participación de la delegación peruana en tierras chilenas, pero no puede evitar referirse a la distancia que nos separa de los países que ocupan los tres primeros lugares del medallero. “Nosotros quedamos dentro del ‘top’ diez, pero si queremos ser una potencia como Brasil o Estados Unidos, tienen que cambiar muchas cosas”. Siempre remando contra la corriente, ‘Piccolo’ espera que se ratifique el longboard como disciplina olímpica en Los Ángeles 2028. Él seguirá saliendo cada mañana al mar, listo para enfrentar cualquier reto que se le ponga en frente. (Jorge Chávez)
Vientos de triunfo blanquirrojo se impusieron en la bahía de Algarrobo, Valparaíso, con el talento del velerista Stefano Peschiera. El deportista, que obtuvo la medalla de oro en la categoría sunfish masculino, declaraba en 2022 a El Comercio que Santiago 2023 le permitiría quitarse la espina, pues ya eran dos las ocasiones en que el grito de victoria no pudo ser exclamado por él. Lo consiguió. Pero el talento de Peschiera no es una cuestión de suerte. El velerista obtuvo la medalla de oro en los Juegos Odesur en 2022; previamente, también se posicionó como campeón sudamericano en Asunción 2022. El legado familiar también es un factor importante. Su talento lo lleva en la sangre. “Este es un deporte que viene en la familia por generaciones, mi tatarabuelo trajo una de las primeras embarcaciones de vela al Perú”, recordaba en conversación con El Comercio el año pasado, memoria que, de seguro, atesora en el corazón y es motivo de orgullo cada vez que consigue un espacio en el podio. (Celeste Pérez)
A los cuatro años subió por primera vez a una bicicleta en su natal Chulucanas, Piura. 23 años después, ese pequeño que se dejó contagiar por la pasión de sus padres hacia el ciclismo, ha logrado una presea de oro en los Panamericanos Santiago 2023. Hugo Ruiz no se amilana frente a ningún reto, y lo ha demostrado tras salir airoso en la modalidad omnium de la competencia regional. “Son cuatro partes. En la primera, scratch, me fue mal. Eran 13 competidores y quedé undécimo. Pero creía en mí. Eso fue lo que me sacó adelante, pensar en todo lo que había hecho para llegar a ese momento”, reflexiona. Y así fue. En la segunda y tercera prueba —tempo y eliminación— resultó tercero. Para la última, carrera por puntos, Ruiz venía en sexto lugar. “Saqué fuerza y ataqué, a pesar de que faltaba poco tiempo”, dice, y así logró convertirse en la segunda medalla de oro para el país luego de la apertura que logró Cristhian Pacheco en atletismo. Lo siguiente es prepararse para las competencias que le abrirán las puertas a los JJ. OO. París 2024, cuatro en total, en diferentes partes del mundo. (Celeste Pérez)
Este 2023 será inolvidable para Diego Elías. En abril, el deportista peruano se convirtió en el número 1 del ránking de squash de la PSA (Asociación Profesional de Squash). Y, hace unos días, logró la medalla de oro en Santiago y hoy es bicampeón panamericano. “Es por algo por lo cual he trabajado mucho tiempo. Fue un sueño hecho realidad. Ahora, a seguir entrenando para regalarle más triunfos al Perú”, sostuvo Diego a su llegada a Lima Este año, lo cierra también con buenas noticias: se confirmó que el squash será una disciplina olímpica a partir de Los Ángeles 2028. Al respecto, Elías confía seguir por mucho tiempo más en la alta competencia. “Si todo va bien, espero llegar hasta los 37-38 años. Ojalá siga así. Todo el deporte ha cambiado, ves a jugadores mucho más grandes que están en el ‘top’ y esa es mi meta, tratar de estar entre los mejores hasta que ya no me dé el cuerpo. Ojalá sean unos diez años más”, declaró el squashista en entrevista con El Comercio. (Jorge Chávez)