La profesora de historia Miluska Olguín es limeña y vive en Estados Unidos hace años. Escribe libros para niños y dicta seminarios y talleres relacionados con métodos de enseñanza de la asignatura que le apasiona. (Foto: Archivo Personal)
La profesora de historia Miluska Olguín es limeña y vive en Estados Unidos hace años. Escribe libros para niños y dicta seminarios y talleres relacionados con métodos de enseñanza de la asignatura que le apasiona. (Foto: Archivo Personal)

La profesora escolar de historia Miluska Olguín de Hall siempre ha estado a la caza de dinámicas educativas para dictar clases entretenidas e interesantes a sus alumnos. Hace mucho se mudó de Lima a Estados Unidos y ha dejado de enseñar en escuelas, pero no se ha detenido en continuar con su investigación para la confección de libros, seminarios, capacitaciones y ferias de la asignatura que la apasiona. Durante la cuarentena, allá en su casa de Louisville, empezó a grabar videos en su ático, el cual le funciona como oficina/taller. La idea era compartir en ellos temas y técnicas relacionadas con la historia del Perú y del mundo que pueden ser atractivas para los chicos. Su público: ex alumnos, colegas y padres que ahora somos también auxiliares de educación en el hogar. La propuesta es bastante útil e interesante. Por ahora ella los publica en su cuenta de Facebook, pero ya planea hacer lo mismo en Youtube. Así, puede hablar de dinosaurios, los símbolos patrios, la naturaleza, literatura infantil y más. Uno de estos videos, sin embargo, llamó particularmente mi atención hace unos días y estaba referido a la utilidad de los scrapbooks, o como se les conoce en español, los libros de recortes y memorias. Aquellos que hacemos como una manualidad para plasmar recuerdos, emociones o acontecimientos importantes. Y en esta coyuntura, surgió la pregunta inevitable. ¿Podría ser valioso para los niños, niñas y adolescentes armar un scrapbook sobre un hecho histórico en el cual ellos han sido protagonistas: la cuarentena que acabamos de vivir? Resulta que sí.

Esta página pertenece a un scrapbook hecho por la misma profesora Olguín. Lo hizo para recordar su aniversario de matrimonio, en cuarentena, el pasado 6 de mayo. (Foto: archivo personal)
Esta página pertenece a un scrapbook hecho por la misma profesora Olguín. Lo hizo para recordar su aniversario de matrimonio, en cuarentena, el pasado 6 de mayo. (Foto: archivo personal)

El enfoque de la dinámica, orientada a los chicos dice la maestra, se concentra en los momentos de la vida en familia 24/7, atípicos en otras circunstancias distintas a las de una pandemia. Bien conducido con la guía de los padres, este puede convertirse en un importante documento familiar histórico para el futuro.

“Los niños y jóvenes también son protagonistas de su época y su momento. Cuando ellos narran, exponen o evidencian su manera de concebir los hechos: las memorias que decide preservar exteriorizan sus valores, sus arraigos, la escala de importancia que les da a las cosas en la vida, resaltando lo trascendental y dejando de lado lo superfluo”, detalla Olguín.

Agrega que los llamados scrapbooks, como soporte, sirven para detenernos y hacer pausas en determinadas personas, anécdotas u homenajes a seres queridos que son importantes a nivel personal o familiar. Eso acompañando las imágenes que elegimos con reseñas o referencias.

Un álbum de recortes sobre la cuarentena, por ejemplo, podría llenarse con fotografías impresas de los momentos en casa, con la impresión de alguna tarea enviada en las sesiones virtuales del colegio. Una mascarilla descartable, tal vez. O las envolturas de chocolates que se solían comer cuando se veían películas los fines de semana.

Los materiales para realizar scrapbooks pueden ser diversos: fotografías, stickers, envolturas, tickets, plumones, goma, entre otros materiales.
Los materiales para realizar scrapbooks pueden ser diversos: fotografías, stickers, envolturas, tickets, plumones, goma, entre otros materiales.

“Si bien la experiencia de la cuarentena no ha sido necesariamente agradable para todos, hacer un scrapbook podría revertir sentimientos negativos. Podría enfocarlos en el aspecto positivo de un momento muy difícil. A través de esa creación personal en la que se puede usar cartulinas, stickers, escarcha y demás materiales se le puede dar a la situación un giro no solo anecdótico, sino también emotivo”, agrega.

La ‘miss Miluska’, creadora además del Festival Itinerante del Juego y el Juguete Tradicional Pukllay, detalla que la historia de un pueblo la construimos todos, no solo las autoridades sino también la gente común. “Las memorias como cartas, misivas y diarios nos hacen ser testigos de otra dimensión, de una historia personal que no es la oficial que viene dictada por otros y se lee solo en los textos”.

Experiencia reparadora

Desde el punto de vista de Giuliana Rivera, psicoanalista y fundadora de Totem&Taboo, la elaboración de libros de recortes sobre la cuarentena familiar puede resultar reparadora.

“A diferencia de los adultos, los niños puede expresar de una mejor manera lo que piensan y lo que sienten a través de dibujos. Creo que los libros de recortes y memorias podrían ayudarlos a elaborar, a procesar sus sentires. Y podrían ayudarnos a nosotros los adultos a poner en práctica un ejercicio reparador de lo que les ha pasado a los chicos o cómo han vivido esta cuarentena”, esgrime.

Acota que en la elaboración del documento lo ideal es que no se generalicen los contenidos, sino que sean específicos. “No sería bueno titular al libro, por ejemplo, ‘lo mejor de la cuarentena’ porque puede ocurrir que niños hayan tenido enfermos en casa o hayan perdido a alguien. Utilizaría términos más concretos en las páginas a confeccionar: ‘el mejor plato de la cuarentena’, ‘la mejor película’, ‘la mejor clase’”, puntualiza.

La psicóloga subraya, además, el que los padres guíen o confeccionen el scrapbook con los chicos. “Si un niño realiza un dibujo triste para pegarlo, el padre puede acompañarlo diciendo: ‘ese día que estuviste triste, también lo estuve yo. Estuvimos juntos en esto’. Podemos hacerle a esta página un marco de color rojo, que es el color del amor, así procesan un poco lo que sintió el niño”.

Los scrapbooks, finalmente dice Rivera, puede ayudar a padres, maestros o a los psicólogos de los colegios para entender cómo va el niño dentro de toda esta situación. “Puede dar pistas por si algo va bien o mal” afirma.

SEPA MÁS

Historia del Scrapbooking

Según explica la profesora Miluska Olguín, la palabra “scrapbook’ aparece como tal a partir del año 1800. Sin embargo, existen diversas opiniones respecto de su origen real. De cómo fueron transformándose los contenidos que se colocaban en estos álbumes. Hay ideas que giran en torno a la etapa medieval, otras hacen mención a la época romana, etc. Ya entre los años 20 y 70 del siglo XX se fue formando toda la industria del scrapbook tal y como lo conocemos ahora. Así se van incorporando diferentes accesorios para darle mayor realce a las creaciones. En la actualidad hay clubs dedicados a este pasatiempo. Y una industria de papeles, libros, revistas y materiales.

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