Si algo nos une a todos los peruanos en estos momentos, es que desesperadamente queremos un poco de certeza sobre lo que traerá el futuro, seas cuales fueran los resultados. Luego de más de un año de luchar contra la pandemia, las elecciones abrieron la puerta a todas esas emociones que veníamos tratando de controlar. Hoy nos encontramos en uno de los momentos mas divididos y polarizados de nuestra historia. No es de extrañar que a buen número de peruanos le esté costando sentirse bien. ¿Cómo podemos manejar de la mejor manera las semanas y meses a venir?
Quizá muchos esperaban que al conocer los resultados electorales y de ganar su candidato, un sentimiento de calma y tranquilidad por fin llegaría. Sin embargo, con el paso de las horas, el vaivén de los números, y los “posts” en redes y “chats”, se evidencia que -gane quien gane- el futuro cercano probablemente siga siendo incierto. Por un lado, no sabemos qué va a pasar en el escenario político; por el otro, se han generado muchas heridas a través de agresiones que inundaron las conversaciones en el momento en que más necesitamos tener un sentimiento de comunidad.
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Ser conscientes de lo que estamos viviendo es clave para poder tomar acción y salvaguardar nuestra salud mental y física. Para ello, les compartimos las siguientes estrategias:
1. Aprender a descansar
El descanso no significa la ausencia de actividad física, mental o emocional. El descanso significa desconectarnos de aquellos que nos desgasta. Uno puede descansar de manera literal, durmiendo, o tomando una siesta. Pero uno también puede, y debe, descansar realizando actividades que disfruta, que lo ilusionen y lo llenen de energía. Por ejemplo, conversando con sus amigos, escuchando música, involucrándose en una actividad creativa como pintar o bailar. Buscar actividades para recargar también es otra forma de descanso.
2. Aceptar las emociones
Tenemos que aprender a darnos el permiso para ser humanos. Es esencial comprender que sentimos todo el espectro emocional, y que es imposible adormecer aquellas emociones que nos son incómodas o dolorosas. Al intentar hacerlo, también adormecemos aquellas positivas. Las emociones tienen un tiempo y una intensidad: no son eternas. Por ello, muchas veces cuando nos atrevemos a sentirlas, inmediatamente disminuyen y en algunos casos incluso desaparecen. Es importante darnos un espacio y hacer un “check-in” con cómo nos sentimos y aceptarlo sin etiquetar ni juzgar. Una forma de conectar con ellas es a través de la practica de mindfulness o de la meditación.
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3. Ser curiosos
La curiosidad es la puerta para caminos maravillosamente inesperados. Es una forma de ver la vida que nos permite constantemente transformarnos al llevarnos a aprender cosas nuevas, a intentar, a no rendirnos y a ver el fracaso como oportunidad. La curiosidad también es una gran herramienta para generar empatía, que es tan necesaria en estos momentos. La curiosidad promueve la cercanía entre personas, algo que en estos momentos puede cambiar cómo experimentaremos estas semanas de retos continuos.
4. Intentar desconectar
Las redes sociales están hechas para que sean adictivas. Y así como podemos terminar soñando con el paraíso, muchas veces también nos enganchamos con noticias estresantes o incluso noticias falsas, leyendo comentarios destructivos que nos pintan el peor escenario. Por ello, dejar las redes e informarnos lo necesario, a partir de fuentes confiables, es clave. Si dudamos de nuestra fuerza de voluntad, existen diferentes aplicaciones que uno se puede descargar para limitar su uso.
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5. Ponerle foco al autocuidado
Sabemos que la nutrición y el deporte son esenciales para nuestro bienestar. Sin embargo, quizá no estamos al tanto que nuestro tracto intestinal produce más neurotransmisores que nuestro cerebro. Ser conscientes de nuestra alimentación es fundamental. De igual manera, las endorfinas que tan bien nos hacen sentir y que generamos a través del movimiento son indispensables estas semanas. Practicar algún tipo de ejercicio por 30 minutos, 3 veces por semanas, tiene un gran impacto en nuestra salud mental. En ambos casos, buscar recetas saludables o programas en YouTube solo requiere de conexión a internet y un celular.
6. Practicar la gratitud
La gratitud nos genera felicidad. Y siempre hay algo sobre lo cual podemos agradecer. Implementar intervenciones de gratitud en el día a día tiene un potente impacto positivo en nuestra salud física y mental. Por ejemplo, compartir momentos de gratitud en familia genera emociones positivas y fortalece los vínculos. Pausar y agradecer durante el día por algo que sucedió o quizá algún recuerdo, nos da picos de alegría. Escribir antes de dormir o en la mañana de que está uno agradecido es otra herramienta que pueden aplicar, fácilmente y en cualquier momento. Al conectar con la emoción, la gratitud nos eleva a un estado de ánimo de paz, calma y felicidad.
El bienestar y la verdadera felicidad, no depende de las circunstancias externas. Si bien requiere de esfuerzo, trabajo y a veces de ayuda profesional, es importante ir conociendo y desarrollando las herramientas necesarias para autogestionarla. Estas 6 estrategias son sencillas, están al alcance de todos y conectan con las emociones positivas.
Más información:
Estefanie Martens es bióloga, coach y especialista en Felicidad.
Instagram: @about.mindfulhappiness
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