Diez títulos locales, cuatro con la ‘U', tres con Cristal, dos con Boys y uno con Alianza Lima. Una Copa América (1975) y un clasificación a Mundial (1978). Todos los futbolistas que hicieron de esas dos décadas veinte años fantásticos -los setenta y ochenta-, pasaron alguna vez por el ojo del Oso Marcos Calderón. Los entrenadores no juegan pero influyen. Los buenos, cuando menos. Los que organizan planteles que vuelven equipo, cuando no familia. Como Marcos Calderón (1928-1987).
Una publicación de la Conmebol en Twitter agigantó su figura: es, junto con Juan Carlos Oblitas, el técnico peruano con más partidos dirigidos en Copa Libertadores. Marcos 93, Oblitas 67. El Oso supera a Bianchi, Gallardo o Tite en participaciones como entrenador.
Para quienes llegamos muy chicos a su partida, tras la tragedia del Fokker en 1987, este es un manual para conocer al técnico peruano más ganador de todos los tiempos. El único peruano que, unanimidad y justicia, fue saludado el último 11 de julio por Alianza, la ‘U', Cristal y Boys, los cuatro grandes del fútbol peruano. Era el día de su cumpleaños. Si eso no es ser querido, nada lo es.
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🙌 ¡Los técnicos con más partidos dirigidos en la historia de la #Libertadores!
— CONMEBOL Libertadores (@Libertadores) July 11, 2020
🇨🇴 El colombiano Gabriel Ochoa Uribe encabeza el ranking, en el que hay 1⃣3⃣ campeones de la #Libertadores.
🤔 ¿Quién es el mejor DT de la Copa?#GloriaEterna pic.twitter.com/yQhdhCAIeG
LA DEDICATORIA DEL LOCO CASARETTO
Perú fue campeón de la Copa América 75. Se escribe fácil. Una tarde, cuando se cumplieron 50 años de ese título, Enrique Casaretto, el querido Loco, prefirió contar una anécdota cuando le pregunté sobre quién era el Oso y lo que había significado para su carrera.
¿Por qué jugaste ese partido contra Brasil, el 3-1 en Belo Horizonte?
Yo era la esperanza de gol de Marcos. Teníamos una relación de amor-odio que siempre entendí para bien de mi carrera. En ese partido, yo perdía una pelota y Marcos me gritaba: “¡Carajo, ‘Loco’! ¿Qué haces?”. La perdía otro, no sé, Cubillas, Oblitas y no pasaba nada. Teníamos un partido aparte. Pero hice el primer gol tras una pared con Cubillas que definí bien y en el entretiempo le dije a Marcos: “Tú te me has prendido, ¿no? Ya hice gol, ¿qué más quieres?”. Marcos solo me decía: “Paciencia, ‘Loco’. Falta todavía”. En el segundo tiempo me resbalé, perdí una pelota, y gol de Brasil. Y vuelve Marcos: “Casaretto, ¿para qué te resbalas, m...?”. Con el fantástico tiro libre de Cubillas me quedé más tranquilo. En el tercero vino el saltito famoso ese, je.
¿Fue una dedicatoria a Marcos?
No, si lo quería matar. Hice el gol después de un pivoteo de ‘Cachito’, y salí corriendo. No sabía si hacer un mortal, besar la camiseta, persignarme o mentarle la madre a Marcos. Entonces, hice el saltito.
Y se quedó riendo, como siempre.
UNA DEFINICIÓN DEL GRAN CAPITÁN
Hombre de pocas palabras, Capitán de Resto de América versus Johan Cruyff, Héctor Chumpitaz explica con brevedad quién era Marcos y por qué era sencillo entenderlo. “A la hora de entrenar y en la cancha era fuerte de carácter, pero afuera un tipo noble, amigo. Matábamos por él”. Quizá sea una receta. Cuando se trabaja, mandar; cuando se celebra, abrazar.
EL HOMBRE QUE HIZO DEBUTAR AL PUMA CARRANZA
-O sea que tú eres del Rímac, ¿no?
-Sí, profe.
-Bueno, vamos a ver si eres valiente pues.
-¿Cómo así, profe Marcos?
-Si eres guapo para correr en el Rímac, debes ser guapo para correr en altura.
-No lo entiendo, profe.
-Carajo, tú nomás corre y deja todo como en el Rímac.
-Está bien, profe.
-Vas a jugar en La Paz contra Bolívar. Así que prepárate bien carajo.
Con nostalgia y agradecimiento, el Puma José Luis Carraza recuerda muy bien el día previo al 13 de mayo de 1986, en Copa Libertadores frente a Bolívar en La Paz (derrota merengue por 4-0). Ese día fue su debut internacional con la camiseta crema. Lo hizo jugar Marcos Calderón.
¿Quién era Marcos? O dicho de otra forma, ¿cómo era este hombre respetado por todos los futbolistas que dirigió? Manos grandes como garras, vozarrón de estibador y lentes ahumados sobre el bigote de charro, Marcos Calderón era un técnico clásico, de formas muy directas e inteligente para hacer jugar a los mejores elementos que produjo el medio entre los 70 y 80. Si tenía extremos como Muñante u Oblitas, y un 9 como La Rosa, jugaba 4-3-3. O si la crítica decía que Julio Meléndez tenía preferencias por ser su sobrino, él lo sentaba a levantarle el ánimo con dureza e ironía, que era parte de su repertorio. Al Trucha Rojas, por ejemplo, lo veía fallar un centro pasado en los entrenamientos y le gritaba, mirando con desprecio: “Este quiere cobrar 80 y no puede tirar un centro bueno”. O al Diamante Uribe, uno de los pocos futbolistas que pudo cruzar las fronteras laborales y visitar su casa, cada vez que Julo César se quedana dormido diez minutos más que los demás. “Levántese, levántese, disforzado. Vamos a entrenar carajo. Vamos a entrenar”.
Y entonces Marcos Calderón, el técnico peruano más ganador de la historia, se ponía a entrenar.
EL OSO MARCOS CALDERÓN Y 5 FOTOS INÉDITAS
Hoy esta de cumpleaños don Marcos Calderon Medrano, el Entrenador de Fútbol más ganador y recordado por sus logros, anécdotas, su forma de ser y el estilo particular para manejar grupos humanos.
— Victor"Chino"Rivera (@victorriveradt) July 11, 2020
Un gran abrazo hasta el cielo para el inolvidable profesor Marcos Calderón 🙏 pic.twitter.com/oEeAfqFpV8