El poder del boca en boca se revela en su máximo esplendor con lo que le ha ocurrido a “”, la comedia peruana que, hasta el cierre de esta edición, ha llevado a las salas de cine más de 900 mil espectadores. Ninguna otra cinta nacional ha conseguido ese número tras la pandemia, y la sorpresa ha invadido al público, los críticos e, incluso, al equipo que participó de ella. Somos conversó sobre el fenómeno con, actriz y, además, productora del filme. La oportunidad sirvió para preguntarle sobre su activa participación en redes sociales, el regreso al teatro y lo que le sirve para sobrevivir en el intento.

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Cualquiera que trabaje en una película aspira a que esta sea un taquillazo. Sin embargo, tras la pandemia, el cine nacional aún no alzaba vuelo. En ese contexto, ¿cuál era tu ambición como productora?

Hasta el estreno todo fue incierto. Confiamos en la historia que queríamos contar, pero, sí, otros filmes peruanos previos al nuestro tuvieron cifras muy duras. Nosotros no nos atrevíamos siquiera a mencionar números a manera de meta. La idea era esperar a ver qué pasaba y luego evaluar cómo gestionarla, quizá mandarla a plataforma o a otros lados... Lo que ha pasado no lo esperábamos, lo digo con sinceridad y alegría.

¿Qué es lo más retador de producir cine en el Perú?

El apoyo de las empresas no es tan generoso hoy como antes del 2020. A nosotros nos costó mucho conseguirlo porque de no ser así era inviable. Se necesitan con urgencia mayores incentivos del Estado. Otro desafío fue convencer al público de ir al cine. Hasta apostamos por introducir en la campaña de márketing de la cinta el ‘hashtag’: “#VolvamosAVernos”. El ‘streaming’ es espectacular, pero es otro ‘feeling’, una experiencia diferente a ir a una sala donde uno puede sumergirse en la historia como en ningún otro lado.

Tú produces, creas contenido en redes sociales, conduces y actúas. ¿Qué te llevó a desarrollar tantas facetas?

A mí la actuación me encontró y terminó enamorándome. Decido ser actriz y luego comienzo a estudiar. Ha pasado lo mismo con lo demás. El camino me ha ido llevando. La necesidad de seguir enamorada de mi trabajo me saca de la zona de confort. Si hago mucho drama, busco la comedia. Si estoy en cine, paso a teatro. Siempre trato de tener ese vértigo de no saber cómo encarar los proyectos y luego acabo nutriéndome.

Tus redes son muy activas. La gente te quiere. Las marcas te buscan. ¿Cómo es tu relación con las primeras?

La pandemia me hizo entender con claridad que son herramientas de comunicación útiles y directas. Por lo mismo, hay que ser responsable. Mirar a ese telefonito y hablarle a esa camarita puede afectar a mucha gente. Yo creo que son válidas si los mensajes son positivos. Además, me sirven para devolver el cariño del público. Con la película me han llegado comentarios hermosos. Gracias a ellas me he enterado, por ejemplo, que mi personaje, que es una viuda, ha conectado con muchísimas personas por el tema de la pérdida. Y, claro, venimos de una pandemia. A muchos se les ha ido alguien. Eso no lo teníamos mapeado. Las redes conectan.

¿Te estresa ver las métricas de tus redes? ¿Estás pendiente del ‘like’?

(Ríe). No, no. Es decir, las veo porque están ahí, pero no tengo el ‘expertise’ ni la energía para poder compartir esas métricas en algo. Son las que son porque soy lo que soy. No voy a cambiar quién soy por las métricas.

¿Es un ingreso económico importante el auspicio en ellas?

No sé si soy la persona indicada para decirlo. Hay mucha gente que trabaja fundamentalmente en eso y quizá sea un negocio enorme. Lo mío viene como de refilón por todo lo que hago. No es, ni pretendo que sea mi fuente mayor de ingresos.

Por otro lado, vuelves al teatro con “Escape Room”...

¡Sí! Es la nueva obra de Los Productores, la dirigirá Juan Carlos Fisher. Fue un ‘boom’ en España y la traen por primera vez al Perú. De la trama solo puedo decir que es una comedia, pero me entusiasma porque inusualmente tiene una cuota de suspenso.

Neyra tiene una importante actividad en redes sociales donde promueve productos y servicios. A su vez, comparte experiencias de su vida personal.
Neyra tiene una importante actividad en redes sociales donde promueve productos y servicios. A su vez, comparte experiencias de su vida personal.

Y, además, eres mamá. ¿Cómo buscas darle balance a todo y no abrumarte?

En la pandemia descubrí la meditación. Es mágica y poderosa. Cuando tengo mucha carga mental trato de darme 5, 10, 20 minutos al día para respirar y conectar conmigo. Con eso limpio la ‘bulla’ en la cabeza y recargo energías. Esa pausa del cerebro es clave para darle el balance a la vida. El ejercicio funciona igual de bien. Sin eso el estrés pasa factura.

¿Y viajar? Compartes con frecuencia viajes con tus niños, con Cristian (Rivero, su pareja), con las “Mujeres de la PM”…

Sí, cualquier excusa es buena (ríe). El gusto es heredado porque mi mamá ama viajar y cuando era chibola siempre me decía: “La mejor inversión es viajar”. Así que, desde que tuve independencia económica, lo hago. Viajar y permitirte conocer el mundo, además, te hace dar cuenta de que tu verdad no es la única. Que todas las ideas y formas son válidas. Es un regalo maravilloso.

¿Ya tienes planeado el próximo destino?

Claro. Mi maleta siempre está lista debajo de la escalera. //

Además…
Mujer de pm

Gianella Neyra es coconductora del programa de TV “Mujeres de la PM”, que se transmite por América Televisión. Ella comparte cámaras con Rebeca Escribens, Katia Condos y Almendra Gomelsky. “Seguimos al aire en esta temporada y estamos organizándonos ya para volver a hacer una gira por regiones con el show que tenemos. Esperemos que se dé pronto”, anuncia.


El grupo, asimismo, preparara un musical teatral en sociedad con Tondero. Se prevé que esté listo para fin de año.

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